12 de abril de 2010

Obsesión y olvido


Después de 10 años no había logrado olvidarla. Le seguía persiguiendo, pese a la disciplina con la que intentaba hacerla desaparecer. En el momento más banal e inesperado, de repente, aparecía de nuevo como si fuera la primera vez, dando vueltas en su cabeza, afilada y curva como una hoz. No le abandonaba en días. Era una melodía tonta, sin sentido, y no soportaba que comenzara a invadir el resto de su producción. Cada vez que intentaba componer algo, se colaba aquí y allá, contagiaba esto o lo otro. Al principio dejó que lo hiciera, lo asumió como algo normal. Después se fue dando cuenta de que aquello lo desestabilizaba, lo volvía casi loco. La necesitaba, resultaba enfermizo cómo la silbaba desde la mañana a la noche cuando le venía a la mente.
Hasta que decidió que se enfrentaría a ella sobre el papel. Se encerró durante dos días y la exprimió hasta que no quedó nada de ella. Cuando terminó, le pareció tan mediocre que la desecho en un cajón del que poco tiempo después hasta llegó a olvidar la existencia. De hecho, tan sólo años más tarde de su muerte la rescató su hijo de allí, por casualidad. Él... Él no volvió a componer una sola nota desde entonces. Y lo extraño es que nunca achacó a aquel episodio su repentina y definitiva falta de inspiración. Vivió desde entonces dedicado otras labores, menos creativas. Nadie le preguntó nunca por aquello, todos lo atribuyeron a la edad. Nadie supo, tampoco, quién le había susurrado la melodía aquella vez. Eso, también, quedó en el olvido.

6 comentarios:

mikgel dijo...

Enfrentarse a las sombras de una obsesión puede sembrarte de luces la vida o bajarte las cortinas para siempre. Si el final fuera previsible no tendría sentido.

Argax dijo...

Y es que hay cosas que son mucho más grandes que nosotros y si intentamos abarcarlas acaban por destruirnos.

Javier dijo...

Alcanzar una meta, enfrentarnos a una obsesión y dominarla es siempre morir un poco.

Tessitore di Sogno dijo...

Hace tiempo ya, escribiste un microrelato llamado "La piel de la manzana".Este me recordó aquél. A veces, caro, cuando develamos ese halo de misterio, toda la pasión se acaba.

Pd. Ya sabes que es mi texto favorito, que siempre que escucho DARK CHAIROT esas palabras vienen inevitablemente a mi mente, como un puzzle. Por eso, en esta enorme y hermosa ciudad en donde es de noche y una tenue lluvia cae en la terracita me pareció buen momento para volver a colocar aquí esas líneas que para mi se han vuelto insanas.

Disfruta tu finde.

_._

Llegar como la lluvia,
Discreta,
En mitad de la semana.
Fría,
En la primavera veloz, a la que nada detiene.
Y pasar de largo, paraguas bien abierto.

Ojos inquietos que te han reconocido
Aunque no sepan si fingir que no
Y pasar,
pasar de largo.

Gus Planet dijo...

Hola David! inspiradísimo relato amigo, muy bien expresado y como siempre, un maestro de la síntesis, gracias por compartirlo ...
Un fuerte abrazo, desde aquí, el Sur!

senses and nonsenses dijo...

...dejo sangre en el papel,
y todo lo que escribo al día, siguiente rompería.

magnífico texto. creo que la música tb es importante en este post, puede que esencial, pero desde donde te leo no puedo escuchar...

un abrazo.