Contrario a cuanto ejercicio hoy se nos recomienda,
no requiere de zapatos, ni ropa adecuada.
No nos pide sudar o quemar calorías.
Ni calcular el posible daño o provecho
para nuestra salud.
No es tampoco un hábito
cuya repetición pueda conducirnos a cáncer del pulmón
o de cualquier otra parte del cuerpo.
Soñar no daña la ecología,
ni atenta contra la capa de ozono.
No aumenta el colesterol,
ni fomenta la crueldad contra los animales.
Soñar no afecta los reflejos,
ni causa daños congénitos.
No es dañino para las mujeres embarazadas,
ni inhibe la lactancia materna.
Soñar es un deporte barato.
No requiere de equipo sofisticado,
ni de constante y agotador entrenamiento.
No se puede decir, sin embargo,
que no cause riesgos al corazón.
Sin embargo, hasta el momento,
no se ha encontrado base científica para
contraindicar los sueños.
aunque los argumentos en favor de su extinción
se fabrican a diario.
Yo sostengo que soñar continúa siendo una práctica
subversiva,
con una deliciosa, pero lícita, peligrosidad;
un hábito difícil de erradicar,
cuya ternura y perseverancia
sigue teniendo la innata capacidad de conmover
y abrir ranuras, por pequeñas que sean,
en corazas bien armadas y aparentemente impenetrables.
Si quiere practicar una actividad de bajo costo,
bajo riesgo, y sin ninguna susceptibilidad a las altas y bajas
del mercado,
le aconsejo soñar,
y no permitir que nadie lo convenza
de que no sigue usted siendo dueño, al menos,
del inmenso poder de su imaginación.
Dedicado especialmente a Nat, por esas noches de risa y confidencia que me ha dado en estos últimos tiempos. El beso más grande para ti hoy, guapa.
Me voy tres días fuera. Os traeré regalitos a todos... A saber:
Por supuesto, a Nat le traeré un pedacito de muro de piedra, de esos tan bonitos que hay en Santiago.
A inquilino, le traeré algo de música, de la que seguro escucharé y se la cantaré cuando nos veamos.
A Mart-ini, le traeré la noche compostelana, y el baile inesperado bajo los soportales.
A Naxito, por supuesto, además de flores... algo de ropa muuuy trendy, que hay unas tiendas muy chulas en Coruña (aunque nunca tendrá bastante)
A Ariadna... a Ariadna la veré, y ya le llevo de aquí un regalo de complicidad en los labios. Veré su exposición en Ribeira. Ya os contaré.
A Javier JH intentaré traerle un poco de inspiración para su rodaje, de esa que sopla veloz por entre los árboles del noroeste.
Para mis ñiños sevillanos... A ver, a Ennis, que tanto le gusta el Otoño, le traeré algunas hojas secas de castaño, para que las pegue en su diario. A pedrito quiero traerle la mirada más seductora que me encuentre por allí, para que siga escribiendo esas reflexiones tan suyas. Para Luigi, después de estos días tan cerquita de él, y de escaparnos al destino de econtrarnos en la capital, un rayito de esperanza para sus sueños. Y el aire que aún separa el abrazo que nos debemos. Para mi querida AZUL, intentaré buscar un desactivador de muros... creo que mi primita debe tener uno entre sus cosas, porque de saltar muros, ella sabe también bastante. Seguro que me lo presta para ti... a ver si os presento algún día.
Para pe-jota buscaré la esquina más bella de la ciudad de piedra, y le traeré el espejo de mi piel al habitarla...si me deja, claro.
Para nevermore, que siempre me confunde positivamente entre su verbo poético y sus melancolías, la lluvia silenciosa bajo el Obradoiro, que sé por experiencia que es una de las lluvias más inspiradoras del mundo.
Para Anita, el rayito de sol que más me sorprenda, entre esas nubes que parece que me acompañarán, lo quiero para ella... en botecito de cristal lo traeré, cual Amélie del destino.
A mi indefinible Senses, por demostrarme ser tan alma gemela, sólo a él le diré qué le voy a traer. Pero de seguro que incluirá gatos y tejados, sombras y piel sobre piel...
Y para mi gaditano, el más lindo, el de la sonrisa más bonita del círculo polar, a él sólo le puedo traer el MAR, ése que compartimos, ése donde desemboca nuestro río común. Y en la playa, un vals. No te quepa duda que lo bailaré, guapo.
Besos, cuidadme esto el fin de semana, niños...