20 de mayo de 2008

Música y Fuego


El fuego en la sede de la Orquesta Filarmónica de Berlín nos ha asaltado en todos los telediarios y páginas de noticias de internet. Aún no se sabe el alcance del mismo, pero ya he leído que el edificio no será destruido por las llamas, aunque los daños serán considerables. En el momento del incidente el mítico Claudio Abbado, anterior director de la Orquesta -a quien hemos disfrutado recientemente con gran emoción en Madrid- y los músicos de la Filarmónica estaban ensayando, y han tenido que ser evacuados rápidamente. Poco más se sabe aún. Pero no puedo evitar pensar en otros teatros míticos como la Fenice veneciana o nuestro Liceu barcelonés, destruidos ambos fruto de las llamas en incendios más que polémicos que se saldaron con reconstrucciones aún si cabe más polémicas que muchos no terminan de comprender ni de sentir sinceras. El espacio es algo más que la materia para muchos de nosotros.

Sobre todo me da pena no haber visitado todos esos lugares maravillosos antes de que desaparecieran, cuando sé que pude haberlo hecho, como en el caso de ésta, la "Berliner Philharmonie", construida en los años 60 durante el "reinado" del director alemán Hertbert von Karajan en la orquesta alemana. Fue el modelo para muchas otras sedes de orquestas, y su disposición con la orquesta en el centro de un espacio en forma de un perfecto pentágono permite una visibilidad inmejorable para todos los espectadores, además de una interrelación entre los músicos y el público mucho más auténtica y cercana. Su sonoridad también es reconocida como de las mejores del mundo. Recuerdo haber tenido en la cabeza todo el tiempo haber visitado este edificio cuando estuve en Berlín, hace más de 10 años, pero al final no lo hice.

De nuevo el fuego destructor de la materia y de la belleza. Las notas que deben aún resonar en algún lugar, los recuerdos que alberga quien alguna vez la disfrutó, los instantes irrepetibles que se han vivido en ese lugar... esos no podrán ser jamás eliminados, porque en eso sí es indestructible el poder de la música. Momentos como el que os dejo, en el concierto aniversario de los 100 años de la Orquesta Filarmónica de Berlín, con el inefable Karajan traduciendo como bien sabía hacer él al gran Beethoven.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

me pongo filosófico, pero es que en el fondo todo es material, y como tal, se destruye.

Martini dijo...

lo malo de eso es la "magia" que se pierde

senses and nonsenses dijo...

un teatro es algo más que un espacio, y hay reconstrucciones incomprensibles: teatro de sagunto... la reconstrucción del teatro arriaga cuando se inundó fue en cambio modélica, y está precioso. algunos de los cines de mi infancia, que tb eran teatros, hoy son supermercados o garajes. desolador.
sobre los incendios lo que tú dices...

y de mozart a beethoven y tiro porque me toca.

besos.

David dijo...

Me acordé de ti ayer cuando leí la noticia. ¡Qué raro que no hayas estado!

Javier dijo...

Parece como si el fuego otrora purificador a veces actúa como goma borradora de la memoria.
Parece que no ha sido tan grave como lo del Liceo y la Fenice, la sala de conciertos parece que ha quedado intacta.

Raúl dijo...

justo lo que necesitaba berlín: saber que estaré por allí a finales de año y un incendio.

NaT dijo...

jooooo, David me ha quitado el comentario, era exactamente el que iba a hacerte, pero exacto exacto.
El primero en quien pensé fue en ti cuando mi padre nos lo dijo. Y yo pensé que ya los habáis visitado y más que visitado "escuchado" sem em ahce raro con lo viajero que eres.

Besines y abracitos

Cvalda dijo...

Debes empezar a plantearte hacer un recorrido por este tipo de sedes cuanto antes mejor, por lo que pueda pasar...:S

pon dijo...

Cuando se quema un teatro duele, todas las frases que se han declamado desaparecen con el humo.......

Capri c'est fini dijo...

Me da tanto miedo el fuego... destroza de golpe y porrazo años de historia y de belleza. Este es otr ejemplo de la lista de grandes lugares comidos por el fuego. Espero que ahora no se les ocurra hacer un parque temático, porque parece que la especulación devora aún más rápido que el fuego. Un saludo.

Anónimo dijo...

Es una verdadera pena, no me he enterado de nada hasta ahora.Me recuerda a otra tragedia como fue el incendio del Liceo hace ya años
Salud y Libertinaje

Arquitecturibe dijo...

El fuego es bello... no se le puede negar su belleza....
pero al ser superado por el arte, se consume en sus propios celos!
...
...
QUe bueno, despues de ser "devorado por el final" quedar en sabias palabras como las tuyas...
saludos desde mi lejana galaxia

Cafeína dijo...

Aunque lo destruyan, ese espacio siempre tendrá su música

Rosa dijo...

Una verdadera lástima, dices que las llamas no lo han destruído por completo, ojalá la mayor parte del edificio pueda ser salvada.
El 02 de agosto de 1998, las llamas devorarón nuestro Teatro Municipal, inagurado en 1920 con la opera Aida de Verdi; hasta el día de hoy no ha sido reconstruido...
Cómo no recordar a von Karajan, si bajo su dirección ( en una colección de música clásica) escuche hace muchos años la quinta sinfonía de Beethoven.