29 de julio de 2008

Concentrado de Kusturica.


He vuelto a Kusturica. Lo admito, sus películas me gustan a pesar de que su fórmula sea repetitiva y sin casi aparentes variaciones.
En su último metraje Prométeme, el director Serbio nos ofrece quizá uno de sus trabajos más mediocres y menos inspirados. Para quienes no gustan de su especial forma de narrar, la película podría llegar a ser hasta un tormento. Pero para quienes le seguimos con placer, la cinta, a pesar de ser floja, sigue cumpliendo el mismo efecto de siempre y nos deja esa inimitable sensación de gozo por la vida, de energía positiva, de necesidad de la existencia a pesar de todo.

En ella se cuenta la historia más o menos iniciática del despertar erótico-sentimental de Tsane, un niño de las montañas que llega a la ciudad para cumplir varios encargos de su abuelo, con el que vive.
En el fondo Kusturica, contándonos historias diferentes en sus películas, siempre nos habla de lo mismo: la imperfección de la vida, la inevitable dualidad de la existencia, el bien y el mal, la maldad y la ternura. Su visión pasa por la simplificación de la existencia para despojarla de inútiles gravedades y dejar, descarnada y apetitosa, la esencia sencilla de lo que en realidad nos importa. Sus personajes arquetípicos y deformados (mafiosos, prostitutas, sabios, mujeres llenas de belleza sensual, niños inocentes y otros que lo son menos, personajes casi circenses...) nos ayudan a ello y crean una atmósfera inimitable y onírica que sólo puede ser asimilada como lo que es: un cómic disparatado e irónico que nada tiene que ver con la realidad y que sigue la fórmula de una fábula entre postmoderna y ancestral de la que hay que extraer el fondo entre toda esa abultada parafernalia estética.

Así, en su último trabajo Kusturica recurre a sus elementos de siempre (violencia, esperpento, locura, desmesura, mal gusto, surrealismo, música balcánica) y los potencia al máximo (uno se pregunta en cada una de sus películas si aún puede aumentar el tono de su personal estilo. De momento parece que sí). Después lo siembra de esas hipnóticas escenas llenas de belleza a la que nos tiene acostumbrados y de su siempre especial ternura, con la que nos concede respirar del trepidante ritmo de sus historias. Finalmente el amor, como siempre, triunfa y redime toda la oscuridad.

El problema de esta película es que Kusturica no termina de ser redondo porque se ahorra mucha de la poesía a la que nos tiene acostumbrados. Se queda en momentos de poesía visual, pero sin trascender a otra -más importante- poesía, que es la conceptual.
A pesar de ello, me sigue sorprendiendo cómo es capaz de introducir en el corazón de ese disparate sin sentido que es su último trabajo la ironía y la crítica a la identidad serbia y su realidad política y social actual con tanta sutileza.
Pero en definitiva la película no es tan convincente como otras y al final uno sale del cine con la sensación de que no le han contado nada de interés. Eso quiere decir que a quienes nos gusta Kusturica, aún así, saldremos del cine llenos de energía y con la sonrisa en la boca, pero que a quienes resulte cargante lo sentirán como una auténtica tortura ya que el de esta película es sin duda un Kusturica que concentra al máximo todo su lado esperpéntico y desmedido, pero que huye del lirismo que lo ha caracterizado otras veces. Así que la conclusión dependerá de los gustos, pero seguro que indiferente no os deja.

11 comentarios:

Vulcano Lover dijo...

PS: La Banda Sonora, como siempre, es excelente y nos deja esas habituales ganas de bailar, saltar y correr como locos... El año pasado no pudo ser, pero éste no puedo dejar de organizar esa famosa fiesta balcánica que tanto planteamos el verano pasado. A quien le guste y esté por aquí cerca, ya sabe.

Raúl dijo...

pues yo necesito hacer una tarde de películas tontas (lo que, teniendo en cuenta cómo es mi colección de DVD no es tarea difícil) porque mi sentido gafapasta está fatal últimamente, y no sé si lo que me viene al cuerpo ahora es ver una peli serbia...

eso sí, a la fiesta me apuntaba. lástima que no esté por allí; pero beberé en casa, de todas maneras, para no perder la costumbre...

senses and nonsenses dijo...

mira, pues tengo grabada La vida es un milagro, y no encuentro el momento de volver a verla, igual esta tarde.

un abrazo.

Javier dijo...

Si que empiezas dando caña, jejejeje, incorregible !!!!
En el fondo creo que siempre hablamos sobre lo mismo, tal vez todo se escribió hace mucho tiempo, tal vez los griegos ya tocaron todos los temas, pero lo importante es que en el escribir y reescribir siempore se van dejando retazos de realidades que de otra manera no veriamos.


O filmando !!!!

Anónimo dijo...

mi sentido gafapasta (como dice raúl) lo tengo atrofiado en lo referente a literatura y cine.
a ver si acabo tesis y pluriempleo y me pongo con ello.

Alfredo dijo...

Pertenezco a la Asociación de Víctimas Torturadas por las Pelis de Kusturica. De ésta en concreto salí con un terrible dolor de cabeza...

Y bienvenido a la ciudad, aunque yo siempre el último y con retraso!!

Martini dijo...

Me encanta esa manera que tienes de "destripar" (en el buen sentido de la palabra) a un director... nos haces saborear cada obra suya...

mikgel dijo...

Gracias por la recomendación, pero creo que prefiero que me arranquen las uñas una a una jajajaja. Me gusta la música balcánica, me gustan las historias excesivas, me gusta el surrealismo, pero no soporto a Kusturica, ya lo sabes. Ea. Muchos besos.

senses and nonsenses dijo...

jo, pues yo sólo puedo agradecerte tus recomendaciones. creo que La vida es un milagro es una recomendación tuya, me encantó, creo que tiene mucho del fellini de Amarcord, y hasta de berlanga-azcona. (sólo había visto Papá esta en viaje de negocios y me harté un poco con El tiempo de los gitanos, no conozco bien la obra de kusturica).
creo que tb son tuyas las recomendaciónes de La ventana de enfrente, y Otros tiempos de techiné. (perdona que ponga todos los títulos en castellano). y tengo que darte las gracias. así que por mí sigue recomendándonos pelis, que yo lo tengo muy en cuenta. nunca me han decepcionado.

un abrazo.

Argax dijo...

Pues yo que soy un recién llegado ya me relamo. Si esta es una película reiterativa y algo forzada de kustuica, como no serán las anteriores. Si esta me ha gustado, quiero decir, y es de las peores, qué me parecerán las que sean más representativas de este director.
Estoy en ese momento fantástico del descubrimiento, de la incubación, de la esperanza. No exagero si digo que siento ahora lo mismo que visito una ciudad en la que nunca he estado pero que tengo ganas de ver, conocer, sentir.
Nuevos mundos señores, nuevas visiones, nuevas sensibilidades.
Ahora aguardo con ansias esa poesía más conceptual de la que habla Vulcano.
Me gusta ver un título como Arizona Dream y que mi mente se dispare en busca de posibles argumentos, posibles imágenes, posibles semejanzas con lo ya conocido.

Me gusta sentirme así. Veremos a ver que me encuentro a medida que avanzo por este serbio camino.

Saludos a todos y besos para el autor.

Tomás Ortiz dijo...

Tienes toda la razón en eso que dices de que muestra lo mejor y lo peor. Porque los humanos somos así, escondemos en nuestro interior la perfección, pero también la maldad absoluta, los contrarios como fundamento de nuestro propio equilibrio.

Sus películas no son perfectas, pero tampoco son una mierda. Sus películas son lo mejor y lo peor, pero en un justo equilibrio.

Saluditos apretados