23 de diciembre de 2008

Silencio y espíritu.



Nunca me gustaron mucho estas fechas. Quizá más cuando, de pequeño, significaba viajar, y ver a la familia que estaba tan lejos, y había que cruzar Castilla y su frío, y los castillos allá en lo alto miraban cubiertos de boinas blancuzcas.

Ahora también viajo: del frío hacia el Sur, hacia el Guadalquivir ancho y azul, hacia los espejos de sus márgenes. Y creo que sigue siendo volver a la familia que está lejos, al sur templado del invierno allá, lo único que me sigue gustando de la Navidad. Una excusa como otra cualquiera, sólo que ésta obliga a toda una serie de rituales que no me interesan, que no me motivan, que no me gustan.

De pequeño me gustaba escaparme de la gran comida familiar, donde todos charlaban animadamente. Huir solo a alguna habitación vacía, y escuchar desde allí el rumor de los otros, al fondo, como si yo no formara parte de ellos, como si pudiera verlo desde fuera. Hoy en día me sigue gustando hacerlo. Pero creo que ya entonces era consciente de sentirme diferente a la mayoría, de mi necesidad e soledad, de mi espinosa relación con el resto del mundo, de mi rebeldía frente a la convención. Me quedaba solo sin que nadie lo supiera y, en ese silencio roto por el eco lejano de voces familiares, me sentía en otra galaxia, lejana y por unos instantes tan cálida, tan especial, que a veces incluso pensaba que la Navidad era un espíritu capaz de conmover de aquella manera tan abstracta.
Instantes en los que hubiese querido que se detuviera el tiempo, y que el invierno no avanzase, ni aquella comida terminase, que nada rompiera aquel momento íntimo, casi místico, en esa soledad buscada que me parecía lo más hermoso del mundo.

Ahora sé que en aquellas huidas había mucho de mí y de mi relación con el mundo, de mis dudas y de mis evasiones... Por eso lo sigo haciendo ahora.

A veces pienso que sólo aquello queda de las Navidades. Aquello, y la música. Corelli o Bach normalmente. Ellos, hacían que aquella soledad se dibujase en el pentagrama y llegase a mis oídos, menos grave. Comparto hoy con vosotros una de esas cómplices músicas... de Navidad.
Felices días a todos.

10 comentarios:

María dijo...

Cada vez me gustan más tus reflexiones. Sigue así.
Besitos

senses and nonsenses dijo...

yo, por lo mismo, por lo mismo, quiero que sea 26 YA.
pásalo muy bien de todos modos, claro. yo lo intentaré...

un beso cómplice de navidad.

mikgel dijo...

Cuántas veces habré huído yo de una reunión familiar o de una fiesta. Qué sensación tan placentera el bullicio al fondo, y el aire fesco de la calle o el refugio en penumbras de una habitación.

También vuelves a la otra familia, la de los amigos que encuentras de vez en cuando y no terminan de irse del todo, a nosotros, que somos como unas tías lejanas, cansinas y entrañables que preguntan cuándo vienes a vernos para que nos des abrazos.

El 26-27 de Diciembre es nuestro aniversario, te espero fiel a la cita.

Arquitecturibe dijo...

siempre me gústó el nombre del rio Guadalquivir... no se si lo leí alguna vez en Cervantes o el Mio Cid.... pero tiene algo de mágico ese nombre.
Tu amistad me acompaña en todos los momentos, es por eso que en esta navidad y todos los días yo también deseo lo mejor para tí. Lástima que no podemos estar cerca para repartir abrazos a granel pero en esta navidad, como en todas las ocasiones, nuestros corazones se alegran de celebrar juntos una fecha tan bonita.
¡FELICES FIESTAS TE DESEO DESDE MI LEJANA GALAXIA!

Unknown dijo...

es curioso... que a tantos nos resulte familiar ese tipo de reacciones en nuestra infancia... y o tan infancia...
pásalo bien por el sur y reparte besos a los sevillanos... que ya los echo de menos... lástima que no esté quijote...jejeje
besos.

Argax dijo...

En el sur, el sur que espera siempre a que se le reconozca, que tiene mucho de perezoso pero también de estoico. Regresas a esa parte tuya del sur, mi sur.
Además podemos instaurar una nueva costumbre de navidad que es beber un poquito más de la cuenta e ir de bar en bar poniéndonos algo impertinentes y chismosos, reírnos, sobre todo reírnos.

Un abrazo y aquí te espero.

Martini dijo...

Feliz navidad para tí!!

nocheoscura dijo...

Más allá de connotaciones religiosas es bueno que cada uno viva la Navidad a su manera.

Yo me alegro de que al fin y al cabo sientas la Navidad. Creo que hay muy pocas épocas del año en la que la magia lo inunde todo.

Un abrazo.

Fenjx dijo...

pequeños cachorritos de lobo sin manada
aullando para dentro
sabiéndose parte de algo fragmentado
y transparente
pasando la yema del dedo húmedo sobre el filo de la copa
con la intención de comunicar
de contactar
de pertenecer
a algo que está dentro
y fuera del mundo

Anónimo dijo...

los recuerdos infantiles de las reuniones familares son quizás de los más cálidos.
sobretodo, creo que por recordar que siempre actuaba muy como un niño