10 de diciembre de 2008

Un gran intérprete.


Ayer tarde, mientras observaba al pianista noruego Leif Ove Andsnes cerrar el ciclo de Grandes Intérpretes del Auditorio Nacional de una manera inmejorable, aprovechaba para certificar que ciertamente es uno de los pianistas que más me gusta de la actualidad. Además, escuchándole, intentaba descifrar un poco cómo se decide que alguien es un gran intérprete.

Evidentemente se trata de una cuestión muy subjetiva, y ya sólo restringiéndonos al campo de los intérpretes de piano las recetas serían múltiples y hasta opuestas entre sí. Hay tantas "escuelas" pianísticas o visiones de cómo interpretar al piano y tan bien argumentadas, que realmente uno no sabe por quién dejarse seducir. En ningún caso es fácil determinar qué significa interpretar.

Ayer, sin embargo, y más allá de todos los grandísimos intérpretes (Maurizio Pollini, Krystian Zimmerman o Grigori Sokolov entre otros) que han pasado en la presente temporada por el ciclo, veía algo grande en Andsnes, difícilmente explicable. Algo que, además, me gusta mucho, cada vez más. Me pasé la velada disfrutando de su visión contenida pero rotunda de un repertorio que nos llevó de un Beethoven ajustado y sin excesos líricos a un Schoenberg lúcido y hasta comprensible para oídos no demasiado hechos a las disonanancias, para terminar en un Mussorgsky contundente pero sin malabarismos, hondo y conciso. No obstante, al mismo tiempo, me cuestionada la razón de mi disfrute. Y poco a poco fui dando con la clave.

Leif Ove Andsnes es un pianista sin ganas de epatar, sin concesiones a la galería, que no pretende transfigurar demasiado las partituras. No digo que las visiones en exceso personales no supongan un acierto y contribuyan a aportar visiones y descubrir virtudes de las composiciones. Pero en un gran intérprete creo que debe estar el acierto de acercarnos al trabajo del compositor. Y Andsnes lo hace de una manera elegante y seria. Sus matices son levísimos, y nos exigen a los oyentes un ejercicio de comprensión de la obra para entender cómo nos la está leyendo él.
El noruego no abusa de retardandi ni efectos espectaculares: lee, traduce y nos subraya con una finísima capacidad lo mismo un tempo que un acorde o una escala. Todo en su sitio, aparentemente sin nada especial, pero uno no puede dejar de sentir que el intérprete conecta profundamente con la obra y que esa conexión nos llega casi intacta. Además, en el caso de Andsnes, lo hace desde una técnica impecable y que transmite una seguridad que se ve poco hoy en día. En suma, una gran noche de piano, con un programa estupendo que el noruego redondeó en las propinas añadiendo nuevos registros a lo que ya nos había mostrado, con un Debussy lleno de fuerza poética o un Scarlatti rotundamente folclórico.

Me hizo recordar, de alguna forma, a uno de mis pianistas de cabecera, Rudolf Serkin, del que siempre traté de comprender qué tenía para conseguir fascinarme de la manera que lo hace sin ser un pianista efectista ni demasiado personal. Se trata un poco de lo mismo, del rigor y de la sutilidad para saber matizar desde la fidelidad. Él es uno de los grandes olvidados del siglo XX. Discreto y nada mediático, no es fácil encontrar información sobre él. Tampoco hay tantas grabaciones suyas. Pero siempre he considerado que es uno de los más grandes, porque es de esos pocos que consiguen transmitir más que una mirada sobre la obra, la obra en sí misma, sin interferencias.

5 comentarios:

Gus Planet dijo...

Excelente reporte! me transmites tus sentimientos al disfrutar de este pianista excepcional ... soy un gran amateur del piano y no tengo erudicion sobre el mismo ... creo que como todo, me dejo llevar por los instintos y dejar que me conmueva algun interprete sin ningun resquemor previo ...

Sera por eso que me conmociono cada vez que veo 'Shine' la gran pelicula o 'The Piano' ...

Un gran abrazo!

NaT dijo...

Qué sé quiénes vienen mañana!!!!!
sisisisisisisisisi
buena ocasión para vernos ¿no? cervecitasssss y cena.
Mañana hablamos.
Un besote!!!

Anónimo dijo...

lo que comentas aquí explica en parte mi "problema" con la música clásica.
al haber una desconexión, una separación entre compositor y la interpretación que escucho, no tengo esa idea de cómo tiene que sonar y no se valorar la interpretación.

Alfredo dijo...

Y además el chico es guapo.

Javier dijo...

Bueno pues nada que opinar, me dejo guiar por ti y por lo oído en el vídeo