19 de septiembre de 2006

Italian way of Jazz

Tras el regreso de Mart-ini a estos lugares, quería hacer un pequeño homenaje a toda esa estética del gran aperitivo italiano, icono indiscutible de elegancia y glamour, de lujo y sofisticación, de sensualidad estética. Esos anuncios están grabados en la mente de muchos, y representan una Italia un poco difícil de encontrar hoy en día. Así que cerremos los ojos, y sumerjámonos en la Itlalia de los años 50. Una Italia que comienza a dejar atrás la guerra, y que gracias a las inversiones americanas (el famoso Plan Marshall que aquí no llegó) comienza a vivir en el desahogo económico. Una Italia que redescubre sus genes especialmente dotados para el “dolce farniente” y que comienza a vivir en la vida cómoda, esa que bien relata Fellini en su “dolce vita”. Una Italia mítica pues, previa al desarrollo atropellado posterior, donde aún brillaban muchas cosas con exclusividad, donde parecía que casi todo era posible.
Si nos acercamos hasta la costa Ligur, podemos imaginar un Portofino rutilante donde recrear ese glamour de ricos, nuevos ricos, gente guapa y muchos americanos que acuden a la llamada del Italian fashionable way of life. Un alter ego de la vecina Côte d’Azur, que bien recreaba Hitchcok en su también glamourosa “to catch a thieve”.

Tras este recorrido un poco cinematográfico, y quedándonos en Portofino, la película a la que quería llegar es la más modesta “The talented Mr Ripley”, remake de la francesa “Plein Soleil”, en las que se recrea esa época que comentaba al inicio: mucho dinero americano, y mucho italiano deseando seducir y ganar...
La adaptación de la tremenda novela de Patricia Highsmith no llega a redondearse en ninguna de las dos versiones, si bien la francesa nos transmite con mayor acierto ese inquietante lado oscuro de Ripley, esa perversidad malsana disfrazada de fascinación que domina la historia entre sombras y deseos. La moderna americana, sin embargo, y supongo que debido a la época en la que fue realizada, se permitió hablar con más claridad de esa ambigüedad sexual del protagonista, aunque para mi gusto quedaba más intensa en su deliciosa no definición del original escrito, que tantos momentos de lectura ansiosa e imaginación tórrida me hicieron padecer el verano de mi adolescencia en el que lo leí.
La seducción italiana por lo americano, aún presente hoy en día en muchas cosas, se dejaba sentir entonces de manera poderosa en aspectos como la música. El Jazz invadía el gusto musical de salas nocturnas y estaciones de radio. Con esa inspiración, el gran Adriano Celentano hizo esta irónica canción que en la moderna versión del talento de Mr Ripley es reinterpretada en una memorable escena llena de "follia americana" y glamour.

Con un vaso de martini en la mano, y por supuesto, dedicado a él.

Disfruten, de la delicia del ritmo, de dejarse llevar por el Jazz, del placer de la seducción, y de ese beso de Jude Law, que más de uno y de una desearía recibir...


11 comentarios:

NaT dijo...

Ehhhhh, te ha dejado postear!!!!
Me lo copio y luego lo leo tranquilamente.
Sólo vine a decirte buenos días... que acabo de llegar al curro
¡¡¡lo que me haceis trasnochar!!!!
Un besote y abrazos de bolita ;)

Anónimo dijo...

Me encantó, la canción y la película también, que la disfrute mucho en su momento. Y no sabía que esta canción era en realidad de celentano, con lo que me gusta a mí adriano, la verdad. Me encanta encontrar de vez en cuando por aquí un poquito de cultura italiana nen. Un abrazo, ciao ciao.

Martini dijo...

Un beso, primor

;)

NaT dijo...

Has visto??? primor, jejejeje, si es que... lo que valessss
Me llamará mañana a mi igual??? jujujuuuuuuu
A ver sie sta noche escribo lo que te conté.

Muackssssssssssssssssssss

Vulcano Lover dijo...

MART-INI,Tú sí que eres un primor, guapo, a ver si me adelantas los plenes para la próxima temporada, jejeje
Nevermore... gracias, como siempre por tus cariñosas palabras... Si tu supieras lo de mi relación con la culura italiana, si tu supieras...
NAT, guapa, desde luego cada noche estamos más desatados... Lo de ayer, en fin... que me voy directamente a hacer siesta... Te dejo abrazos volcánicos y besos también ... Deseando que escribas eso que me dijiste, jejeje

Javier dijo...

Ah! Italia, y el dolce non farie niente, ma , a quién le importa son capaces de sacar belleza de todas partes, de venderte lo que no necesitas, de enamorate hasta hacerte perder la cabeza, ma é la vita, e noi siamo qui a fine di vivere la vita, aunque sea de forma ambigua, y de eso nuestros hermanos Italianos saben mucho, con chico martini o senza.

Anónimo dijo...

BIG VIC
A MI TAMBIEN ME FALLA ALGO EN EL TALENTO DE MR RIPLEY, PERO TIENE ESCENAS ESPLENDOROSAS COMO CUANDO MARGE DESCUBRE EN LA PIAZZA DE SAN MARCO LA VERDAD CON EL STABAT MATER. EN CUALQUIER CASO, ESE OSCAR QUE TODAVIA SE LE DEBE A JUDE LAW, PORQUE PARA QUE ENGAÑARSE, ES LA TENTACION PERFECTA. bESOS DESDE EL SUR A MI PEQUE Y A TODOS SUS FANS

Alfredo dijo...

Martini Rosso, la Highsmith, Celentano y Jude Law.
Qué poderío!

lopezsanchez dijo...

Aaaah (léase susurrante, con placer), Portofino y la Riviera Ligur!! Qué recuerdos!!

El jazz... has tocado otro de mis puntos sensibles. Qué capacidad la tuya ;-)

lopezsanchez dijo...

Aaaah (léase susurrante, con placer), Portofino y la Riviera Ligur!! Qué recuerdos!!

El jazz... has tocado otro de mis puntos sensibles. Qué capacidad la tuya ;-)

Unknown dijo...

y tu y yo... cuando volvemos a italia a por un cafe?