Cada noche de jueves, al filtrarse la oscuridad por las calles de Madrid, se inicia el sortilegio que quiebra el hilo. La luz de neón parece espiarnos desde la altura en que se hace esquina para dejar hueco a la noche que comienza. Y los edificios parecen infinitas pupilas que pasan de largo, extrañas amigas que nos cobijan como en un escenario, antes de que se alce el telón. Las historias descansan entre sus piedras frías, bajo los andamios, detrás de los portales. A veces pueden permanecer así años y años, bostezando cada semana al olor de la lejana mañana de viernes, al acecho de la afilada concupiscencia que sesga la semana y con ella el aliento.
El hilo se ha hecho cuerda, se ha casi transformado en roca suave, ligera, volcánica. De nuevo columna inmensa. En secreto aún conserva su espeso magnetismo. Pero la cuchilla inevitable del jueves la ha vuelto a quebrar con un ruido breve y seco que ha estremecido las aceras. Y los dedos, desnudos y huérfanos, te han recorrido en otra piel, en otra noche sin amanecer, en otra vuelta a casa pisando la frontera de la realidad casi vomitando otra vida hasta su límite, en el vértigo de la primera luz del alba iluminando incisivamente la fractura. Fue entonces cuando reparé en que las estrellas, de nuevo, habían vuelto a precipitarse sobre los charcos del suelo.
10 comentarios:
Niño!!!! pon el reloj en hora, en tiempo y no te quedes atrás, mira que con lo que nos cuesta llegar al viernes y si encima tú pones la marcha atrás... no, no, y no.
¡¡¡que por fin es viernes!!!!! así que sal disfruta y ponte katiuskas de lunares para pisar los charcos.
Un beso grande!!!!
Me recuerdas lo maravilloso que es asistir a un buen concierto, y cuanto tiempo llevo sin estar presente en uno de estos eventos mágicos y preciosos. Gracias por el post. Saludos!
hmmmmm hoy me afecta todo lo que me rodea... no se... particularmente sensible!
saludos desde mi lejana galaxia
También llevo un montón de tiempo sin pisar un concierto....
Viajando un poquito tras el muro?
Me gusta cuando describes a impulsos sensitivos, me gusta tu prosa difícil que tiene ese latido, esa cualidad casi palpable de las cosas que respiran.
Un beso.
"Fue entonces cuando reparé en que las estrellas, de nuevo, habían vuelto a precipitarse sobre los charcos del suelo". Me ha encantado sobretodo con Bartók de fondo.
Mi novio me llevò casi a la fuerza a oir un concierto de Marta Argerich,aquì en Milano,en el Arcimboldi.Estupendo
y tan críptico... muy bonito, pero no sé muy bien qué comentar. que yo tb quiero noches de jueves así, que nos quiten lo bailao', y que llegue la mañana del viernes por donde quiera.
un abrazo.
quise volver... y escuchar de nuevo
yo en este momento
y más después de leerte
no quiero otra cosa más que saltar a un vacío lleno de lirismo y de caricias
envuelto en aire caliente y húmedo de baño turco
mientras sueña alguna partitura que me haga llenar el pecho con más aire del que acostumbro
hablando de labio a labio
al abrigo de una carne silenciosa que palpite
y que me atrape
para que no me deje volver
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