Las conmemoraciones musicales, aniversarios, o como quiera llamarse, son un acontecimiento muy usado en el mundo de la música clásica. Son frecuentemente usados por las discográficas para desempolvar viejas grabaciones remozadas de cara a precios más populares, hacer recopilaciones conmemorativas, o nuevas grabaciones. Los festivales, orquestas y casas de ópera también aprovechan para programar títulos, sacar otros del olvido, o afrontar muevas miradas sobre músicas de sobra conocidas.
Aún consciente de la oportunidad de negocio que esto supone, creo más importante la labor que estas fechas tienen para contribuir a la difusión de la música, y a su renovación. Así, este año estamos de suerte, y nos toca conmemorar la desaparición de dos grandes de la música: las dos grandes “H” de la música clásica. Se trata nada menos que de Handel y Haydn. Del primero se conmemoran los 250 años de su muerte. Del segundo, un jubileo más redondo: el de los 200. Constituyen dos importantes músicos, no sólo por su numerosa e importante producción, sino por su papel determinante en el desarrollo de la música. El primero como paradigma de la cumbre del periodo barroco y cima absoluta de la ópera y de una capacidad hasta entonces insólita de ahondar en el drama y en las pasiones humanas a través de este género. El segundo, a veces considerado quizá algo monótono y plano en su producción, establece las bases del clasicismo musical, del que es absoluta referencia y su obra merece ser revisada para demostrar hasta qué punto su obra es imprescindible en la evolución hacia el romanticismo.
Espero por lo tanto que en 2009 los actos y conciertos programados, así como las nuevas grabaciones que sin duda verán la luz, contribuyan a enseñarnos más sobre estos dos inmensos “monstruos” de la creación musical que además son ambos, cada uno a su manera, portadores de una humanidad inmensa, de esas que han hecho sin duda hacer que el mundo sea un lugar mejor. Intentaré crear alguna entrada a propósito de ellos. De momento os dejo con una obra de cada uno, escogida con especial y diferente intención.
De Haydn, el maravilloso dúo de Adan y Eva de su Oratorio La Creación, en la clásica versión de Karajan, con una Jundula Janowitz y un Walter Berry que aportan la belleza increíble de sus voces. Una obra de arte mayúscula, que no puede sino llenarnos de optimismo y ganas de vivir. La Creación es un oratorio escrito ya en su último periodo y que quizá no ha tenido el reconocimiento que se merece, como obra llena de hallazgos y de una fuerza espiritual que va más allá de los límites del clasicismo (ya rotos de alguna manera por Mozart), precursor de mucho de lo que luego vendrían a decir los primeros románticos.
Enlace a vídeo aquí.
De Handel, uno de los últimos hallazgos, un redescubrimiento de una obra conocida, pero quizá pasada por alto, un fragmento de su oratorio Theodora, susurrado en medio de la noche (gracias) en un contexto inusual. Un Handel también en sus últimos años de composición, que ha destilado ya una maestría asombrosa en su capacidad de dibujar las emociones humanas más altas y las más ruines. La versión, magnífica, del festival de Glyndebourne.
3 comentarios:
Y aunque no sea una defunción acabamos de celebrar el 150 aniversario del nacimiento de Puccini.
lo que vamos a aprender de Handel y Haydn en el 2009 contigo.
un beso.
handel es uno de los que más me han gustado de todo lo que me pasaste.
a ver si este año es mi año de ópera
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