8 de enero de 2009

Fin de las fiestas.



Ayer, primer día oficial sin fiestas navideñas, mientras paseaba por el centro, me di cuenta que por algunas de las principales vías de Madrid no estaba accionado el alumbrado público. Supongo que en estas semanas atrás, con la intensidad del alumbrado navideño del ayuntamiento, especialmente abundante en estas calles y plazas, compensaba no tenerlas encendidas o al menos no al mismo tiempo. Lo que pasa es que eso se acabó ayer, y se conoce que aún no han corregido los horarios para las farolas. Fue curioso pasear por el Paseo de Recoletos prácticamente a oscuras, mientras la gente, aún acelerada a causa de los bioritmos navideños alargados sin medida alguna en un demoníaco y frenético primer día de rebajas, corría en todas direcciones entre gestos de sobreexcitación y velocidad. Me interné en la calle Alcalá que, al carecer de comercio, presentaba un aspecto más desolado, acentuado por el intensísimo frío de la tarde de ayer en la capital. Ni rastro de las luces de estos días atrás, en uno de los lugares emblemáticos de la decoración navideña de esta ciudad. El murmullo de la gente se fue apagando y el tráfico sonó por fin cortante y casi metálico en los oídos, como si los coches fueran vacíos, conducidos por autómatas. El agua de los primeros charcos debia comenzar a cristalizar en hielo, y en ese pequeño instante, antes de envolverme de nuevo en el huracán humano de las calles de tiendas del barrio de Salamanca, escuché de nuevo un sobrecogedor Handel. La función terminó, me dije, un año más. Sin pretensiones, un año más. Destapo mi caja de Pandora, y ahora debo tirar del hilo.



9 comentarios:

nocheoscura dijo...

Aquí ha comenzado a nevar, es como si la Navidad no se quisiera terminar.

Anónimo dijo...

el ambiente por la calle en navidad es lo mejor de esas fechas.
y la iluminación de esta ciudad es preciosa

senses and nonsenses dijo...

a mí me estaban sobrando hace días. aún puede ser más deprimente la pos-navidad, los restos de turrones, las cajas y papeles de regalo rotos.
y además, este frío insoportable.

un abrazo caluroso.

Javier dijo...

Bendita vuela a la "normalidad"

Arquitecturibe dijo...

No, nada.... he llamado en dos ocaciones a la empresa postal de Colombia, pero me dicen que no, que no hay nada para un tal Sergio, menos de España y menos con origen en Roma....
cosas del correo!!!!!
espero que el año que empieza traiga las mejores cosas a tu vida...
un besote....

Tessitore di Sogno dijo...

A mi cómo me encanta el invierno, Caro, aunque no dejo de sentir cierta repulsión por los almacenes donde las teorías marxianas sobre el capitalismo utópico cobran vida. Sabrás que lo que más me gusta de esta época es arroparme, tomar un vodka y leer tu blog. Baci.

Tomás Ortiz dijo...

Ay, qué olvidado tengo yo a Handel. Algún día tendré que recuperarlo...

Martini dijo...

que guay... las calles de madrid casi oscuras, sin apenas gente...

Argax dijo...

Pues habrá que asomarse al borde de esa caja ahora que ya podemos salir de los sotanos una vez ha pasado el peligro de la navidad.

Un abrazo de los que achuchan.