5 de mayo de 2009
Esta ciudad...
Esta ciudad es un pozo continuo de secretos que día a día se precipitan en sus noches con el ansia voraz de algunos de sus habitantes. Su capacidad transformadora me sigue sorprendiendo después de todos estos años. Y no me refiero a su rostro físico, continuamente desfigurado por la mano de un gobernante sin criterio estético ni humano, sino a la capacidad de sus habitantes para reinventar el espacio que ocupan sus múltiples realidades y sus insospechados anhelos, siempre atravesados por ese margen del sueño suyo, tan especial.
En su velocidad, en su aparente frivolidad, nada parece evidenciarlo, pero sólo es preciso retirar esa primera corteza para que su humanidad, múltiple y compleja, se derrame por barras de bar trasnochadoras, esquinas de calles olvidadas o incluso silenciosos andenes. Cualquier lugar es idóneo para enterrar palabras en el aire espeso de sus madrugadas. Y con el inicio de las noches tibias, algo parece desnudar aún más su limpia oscuridad, algo así como el agudo presentimiento de sus iconos privados, a la vez dulces e intransferibles.
Ayer, mientras volvía a casa en taxi, a toda velocidad, sentía el escalofrío de todos esos innumerables viajes insospechados con los que he ido trazado poco a poco mis secretas redes sobre su asfalto. Son trayectos, cada uno desde su minúscula historia de una noche, que han ido tejiendo lentamente el lazo intenso que me une esta ciudad increíble. También están los otros, cosidos a base de pequeños pasos sobre sus aceras llenas de sorpresas y ocultas inmensidades. O incluso aquellos otros subterráneos, como el que trazabas tú al mismo tiempo que yo, como si se tratara de un túnel invisible en este nuevo sueño que se mueve en secreto por las últimas madrugadas de nuestra inevitable amada: Madrid. De nuevo, esta ciudad, que no cesa de tejer sus propios e inconfundibles mapas.
Sonate K.27 Domenico Scarlatti - Pierre Hantaï
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
Es bueno saber que hay alguien que ha encontrado su lugar y que se expresa tan maravillosamente de él, en un motivante para los que aun no encontramos el nuestro, o que lo hemos encontrado pero aun no nos es posible ir a él.
Hermoso, Madrid, vulcano.
Exacto, haces que los que no la vivimos también amemos un poco más la ciudad que te habita.
Tu capacidad de concentrar mundos en apenas tres párrafos me sorprende. Ahí está Madrid, apenas mostrada tras el velo de tu mirada. Me gusta cuando te pones intimista, observas y nos regalas.
Y lo que más me gusta es haber compartido algunos de esos recorridos contigo...
Una pena que la última vez que estuve allí estuviera tan vuelto hacia dentro que apenas pudiera salir hacia fuera a que me enseñaras tu Madrid.
Aunque yo lo que venía a decir es que esta noche he soñado contigo.
de Madrid al cielo... has encontrado tu lugar en el mundo. te ha quedado bonito el homenaje. para mí siempre ha sido un sitio de paso, porque iba a otro sitio. una gran desconocida.
...y cuándo dormís?
un beso
...desde la periferia.
Yo estoy con momentos especiales en mi corazon con Madrid.
Apenas esta semana aprendí que es un lugar al que puedo volver sin miedos ni tapujos. Que me hace falta, que le hago falta. Y me gusta.
Qué bien que te encontré alli. Así dan ganas.
Hace tanto, tanto tiempo que no voy a Madrid que seguramente nada de lo que puedo recordar exista ya, o tal vez sí, porque tal vez lo que yo recuerdo sea el Madrid de siempre, aquello que de eterno posee cada ciudad.
con esta ciudad he tenido un amor a primera vista.
esos momentos especiales en que ves que ella sigue a su ritmo, pero le queda un rato para cuidarte, son mágicos.
Publicar un comentario