Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y la definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica los paros cardíacos
y de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como un certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas
del azar
y también de la alegría.
Mario Benedetti, 1920-2009.
8 comentarios:
suena bien
que en paz descanse.
descanse en paz benedetti y empiecen sus palabras a tejer su inmortalidad que ya está ganada en mi parcela colectiva de memoria para siempre
el primer libro de poesía que me compré era de benedetti.
y desde entonces me enamoré de su obra.
se le echará de menos.
lo primero que cayó en mis manos fue La tregua. la impresión fue tanta, que como dice Gatchan me enamoré del tipo que decía esas cosas. tan bien dichas.
después, seguido llegó su poesía.
incluso un día como hoy Benedetti defendería la alegría.
no le echaremos de menos, porque recurriremos a él muchas veces.
un abrazo.
Nunca pude llegar a pensar que las ausencias acabasen pesando tanto.
Me han enlazado tu blog por Benedetti y han hecho bien :)
A mí también me gusta su forma de decir las cosas (sí, estoy hablando en presente, oues aún me habla).
Un saludo.
defender...luchar...vivir
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