11 de junio de 2008

En la noche


Salí de ti en plena noche, el viento retorcía las hojas de la hilera de árboles, utopía del verano que a veces enfría para calmar los insectos.

El silencio se arrastraba por las aceras y vino a hacerme un hueco entre los huesos. Silencio que se comía mis pasos, que barría la consciencia, que seducía a la extrañeza y la hacía verdad y vértigo.

Volver empapado en gris y neón, y en las mil vidas que nacen cuando toco otras pieles, cuando me hundo en la cintura de la madrugada, cuando cruzo la línea exacta de la convención.

Sentir el miedo observarme desde las calles vacías mientras me tragan los túneles de cemento y el taxi no se detiene. Miedo de destripar la vida, miedo de encontrar el engranaje de la razón. Miedo de mirar sin ojos, de ver la sombra medrar. Miedo que muerde, que se hace trampolín de las horas que se esconden, de las que nunca nos dejaron imaginar. Miedo que destiñe el deseo, que lo traga sin remedio, que desvanece el día. Miedo de la noche en la que todo es posible.

Y regresar con el viento entre los dedos, y el silencio latiendo en los zapatos, aún recién calzados. Y respirar las sábanas y el dulzor de la cocina y de la madera al ceder. Ver nacer el sol y todas las cintas desceñidas regresar. Y sin remedio sentir que en la duermevela de la primera mañana, al sentir aún las dos caricias extenderse sobre el sueño y sobre los hombros, el aliento no hace sino estremecerse y sellar el arca.

12 comentarios:

Luís Galego dijo...

Y regresar con el viento entre los dedos...

belo texto poético, suave e simultaneamente introspectivo.

um abraço desde Lisboa...

NaT dijo...

Me asusto cuando te veo tan romántico, tan trascendental, tan misterioso. Parece que mi volcán hierve ahí en el silencio...aunque no sé si me da más miedo verlo callar que verlo hablar.

Un besote.
Siento no haber ido a la inauguración-fistera-terracil-cumpleañera, pero confío en que me hayas guardado los abrazos. Este finde me voy fuera, pero hay que verse pronto, ehhh, que a parte de abrazos tengo algo para ti ;)

Martini dijo...

También me ha encantado eso... regresar con el viento entre los dedos....

Anónimo dijo...

el miedo nos atenaza y no nos deja ser libres, ni por tanto, ser felices.

Anónimo dijo...

Y regresar, siempre regresar...

]MeGalOmAnIaCk[ dijo...

Extremadamente bien trabajada.... Crómatismo que desglosa la significancia del sentimiento en una serie interminable de impulsos nerviosos que recorren las pieles para registrarlas...

Impresionante... Sumamente impresionante...

Salut.

David dijo...

Falta mucho para el amanecer. Habrá que hacer algo para pasar la noche.

Anónimo dijo...

Qué bonito. Cuánto miedo tenemos cuánto, me encantó leer lo que escribes sobre el viento.

Besos de miel

Fenjx dijo...

dejar correr al miedo atado de su correa
sabiéndolo controlado
por la mano férrea de la certeza de
que tenemos un lugar al que regresar
porque ni miedo puede sentir
aquél que sabe que su patria
yace bajo las aguas de un océano de silencio

Javier dijo...

Miedos, atracciones y seducciones, pero siempre acabamos buscando la seguridad, aunque la noche se nos haya enganchado bajo la piel, en forma de silenciosos secretos.

senses and nonsenses dijo...

Miedo que da miedo del miedo que da...

me ha encantado ...el miedo que destiñe el deseo. serán muy crípticos, pero a mí me apasionan estos textos tuyos. soy fan. que he leído con la música de d.pontes.
la foto es buenísima. ah, y aunque apenas se te ve (se te intuye...), estás muy guapo...

un abrazo.

Arquitecturibe dijo...

El silencio se arrastraba por las aceras y vino a hacerme un hueco entre los huesos. Silencio que se comía mis pasos, que barría la consciencia, que seducía a la extrañeza y la hacía verdad y vértigo
El hueco hoy lo llevo en el alma... siempre permanece ahí.