23 de octubre de 2006

Un siglo con la palabra como arma.

Francisco Ayala.

Él es uno más de los grandes personajes olvidados de este país durante muchos años. Quizá no el más brillante, ni el mejor, ni el más lúcido ni el de la prosa más perfecta. Pero aún así importante. Testimonio de ello son los innumerables premios que le han sido concedidos, entre los cuales el Miguel de Cervantes. Miembro de la Real Academia de la Lengua, es un personaje de importancia indiscutible en nuestro país. Su formación política, social y literaria tuvo una importante fuente en la cultura germánica, donde realizó parte de sus estudios y donde ya fue consciente de la consolidación del nazismo y así lo plasmó en algunos de sus artículos a finales de los años 20. Destacado fue su compromiso político con la República y su implicación con las libertades y la igualdad social. Como otros muchos, vivió un largo exilio en América, y aunque desde 1960 viajó con regularidad a España sólo desde los años 70 vive permanentemente en nuestro país.
Acaba de cumplir 100 años y es, por lo tanto, un testigo de excepción de la evolución de todo un siglo de abatares y momentos muy difíciles para la realidad de este país y del mundo en general. Forma parte de toda una intelectualidad comprometida con la República que no sólo tuvo que pagar con el exilio su compromiso político, sino que sufrió el castigo de una invisibilidad prácticamente absoluta en su país. Representa a tantas y tantas personas igualmente implicadas políticamente con una realidad de igualdades sociales y el sueño de un mundo más justo y más lleno de oportunidades para todos. Tuvieron que pagar con su vida o con la lejanía y el silencio. Porque sólo a partir de la muerte de Franco se pudieron publicar algunas de sus obras, y así lo muestran informes reprobatorios para la edición de alguna de sus novelas en el año 1972. Poco a poco, se les va haciendo homenajes, descubriendo a un público mayoritario que seguramente poco sabe de ellos. La Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales ha organizado en este año del 100 aniversario de su nacimiento, una exposición en la Biblioteca Nacional que recorre su vida y su obra. La exposición es discreta, pero enormemente interesante y me produce gran pena que se esté realizando una casi nula publicidad de ella, pues se ha hecho un intenso y minucioso trabajo para documentarla con obras de arte, ediciones de libros, ensayos, periódicos de todo un siglo, obras traducidas por él, ejemplares dedicados de su biblioteca, fotografías, y demás documentos gráficos además de un interesante y extenso documental que nos ilustran con gran acierto la figura de este gran literato y pensador. Considero un ejercicio de deuda cultural el ir a saber más de este gran personaje y de toda su época, que aún es la nuestra. Les recomiendo a todos hacer un hueco en sus agendas para visitarla. Merece la pena.

6 comentarios:

mikgel dijo...

Conocí a Francisco Ayala hace diez años. Vino a dar una conferencia en la facultad y me imapactó su personalidad, su elegancia, su humildad. Me parece un maestro absoluto de las distancias cortas, personales y literarias, algunos de sus relatos están a la altura del mejor Cortázar, del mejor Monterroso.

En el turno de preguntas yo (que tenía muchas veleidades literarias todavía) le pregunté por qué la literatura como medio de expresión artística. Y me cosntestó que porque era lo único que sabía hacer bien y porque le permitía la humidad de un papel en blanco, de una mañana tranquila. Que él no estaba en la literatura por el foco, por los grandes efectos, por el relubrón, sino para opinar humildemente, para contar lo que veía y le parecía importante, para que lo prescindible no pasara desapercibido.

Carlitos Sublime dijo...

Un siglo, y tan lúcido... Nunca he leído nada suyo, pero sí que he visto alguna entrevista en televisión, no hace muchas semanas, y pensé: "Joder, quién pudiera estar así de bien, de lúcido, y ser tan sabio con esa edad". Ayala me pareció entonces la dignificación del género humano. Y hoy sigo pensando lo mismo.

Sólo una reflexión tonta: ¿qué hubiera sido de Lorca si una panda de cabrones no nos lo hubiera arrebatado tan joven? ¿Qué hubiera llegado a escribir? Muchas veces lo pienso.

Besos

Carlitos

Unknown dijo...

que rico eres mi niño, gracias mil...

ya sabes, me gusta mezclar realidad con ficcion, así q no te asustes, que yo para sentir soy muy duro.

Anónimo dijo...

Con esto tengo poco que decir... seria mejor haberse estrenado en tu blog con el relato semi erotico que hay unas lineas hacia abajo, pero al final he caido en este, preocupandome de que mi comentario ahí abajo estuviese perdido a tus ojos. Lo dicho, me paso para saludarte, te sigo con ferviente admiración, un beso, sano*

Anónimo dijo...

Pues tienes razón, poca publicidad, mas bien nula, yo acabo de enterarme.
Lo malo, supongo, es que esta exposición sólo podrá ser vista en Madrid.
Creo que el título de sus memorias, Recuerdos y Olvidos es premonitorio, ya que este es el país de los olvidos.

senses and nonsenses dijo...

yo tuve la suerte de asisitir a una clase magistral hace años, con sus casi 90 años que tenía me impresionó, su dominio de la lengua, su imperativo de hacernos pensar, y era el más joven de espíritu de todos los que estábamos allí.
ha sido una grata sorpresa encontrarme con francisco ayala en tu blog.
un abrazo.