7 de mayo de 2007

Las consecuencias del Amor

Como la primera vez que la vi. Paris, Texas, sigue ejerciendo sobre mí el efecto de un alcohol de alta graduación. Duro, abrasador, cortante al inicio, y luego desplegando poco a poco el efecto embriagador de una belleza que, en este caso, se siente extraña y lejana, pero que me ataca directamente al centro de gravedad.

Win Wenders juega de maravilla con lo inquietante, con el secreto y la elipsis, con el lado más áspero de la belleza. Y (en este caso) lo hace para sumirnos en ese oscuro pozo de la insatisfacción humana, del sentido de la existencia, de lo inexplicable del Amor.

Su inquietante inicio nos sumerge en un personaje perdido, distante, como llegado de otro planeta. Y nos esboza la existencia de un misterio vital que ronda y condiciona la vida de los personajes que van a estar a su alrededor. Su hermano, la mujer de éste, su propio hijo...

La película nos cuenta la exhaustiva búsqueda de este personaje a la deriva. La búsqueda de su vida anterior perdida, de una culpa no redimida, de todo lo no conquistado...pero que nos deja ver de fondo una búsqueda aún más desesperada: la de su propia identidad, la de la amarga soledad de fondo de la vida. Una soledad que baña la película, paso a paso, con el extremadamente elegante aunque impasible ritmo de Wenders. Una soledad que nos araña en la desolación de una vida que terminamos por fusionar con los áridos paisajes silenciosos de Texas. Una soledad que nos hiere, como las agujas afiladas de las colinas erosionadas que jalonan el viaje de Trevis, axfixiante, como la angustiosa música de Ry Cooder que nos acompaña en todo momento. Pero bella, infinitamente bella, tal y como nos dibuja todo Wenders. Usando planos, ángulos y colores con los que nos contagia esa misteriosa ambivalencia de la soledad. Un poco como en los paisajes de Edward Hopper.

Sin perder ritmo alguno, el nudo se va tensando, hasta la magnética aparición en escena de una impresionante Nastassja Kinski. Turbadora, sobre todo porque estamos preparados para ello, porque el recurso de la imagen grabada como fetiche ha sido perfectamente usado por el director para que su aparición sea absolutamente embriagadora, siendo como es en realidad, profundamente sórdida. Una felicidad pasada casi enlatada, que nos ha hechizado y que nos golpea en el angustioso e indefinible presente.
Magistral su interpretación. Magistral también la escena del peepshow, contundente en su concepción y en su contenido, que nos deja sin respiro para desatarnos ese nudo que nos descubre las devastadoras consecuencias de un amor arrebatado, pero que por intenso, por inigualable, nos acerca también a la durísima certeza de la soledad, de la inevitable soledad. Y a ese vacío inexplicable que nos arroja a la autodestrucción, al absurdo, al abandono... Y al infinito olvido.

Definitivamente una obra maestra.

6 comentarios:

salva dijo...

NIño ¡qué no la he visto! poco tengo que comentar, lo que si me ha gustado de tu post es la manera de describir la soledad como compañera de viaje, y efectivamente el proceso de búsqueda de uno mismo, de la propia identididad para confrontarla e individualizarla frente a las demás, de nuestro propio camino se ha de hacer necesariamente en soledad, y como todo compañero de viaje tiene aspectos positivos y negativos.

En fin precioso post, que no he podido saborerar del todo por no haber visto la película sorry.

Magistral como siempre sigues dejándome sin palabras.

NaT dijo...

Hola Moderna!!!! :P

Y digo yo...
¿algún día verás una de esas pelis normales como La matanza de Texas, Scrubs, Posesión Infernal, Braindead, Hellraiser...?

Así al menos podría comentarte algo con fundamento, no que me quedo como una inculta (más) del cine a pesar de todas esas cintas de vídeo que plagaban la alfombra.

Y otra cosa supermoderna de la muerte tenemos que quedar ¡YA! pero ya de los yases.
Una tarde de estas, en tu casa para ver lo que hay que ver, podía ser mañana que Ark no trabaja.
Esta noche aparece un momentín por el msg para comentarlo, andaaaaa

Besotes de esos gordos

senses and nonsenses dijo...

la escena del peep-show es una de mis favoritas de toda la historia del cine (elegí esa escena, claro, en un post anterior), y jamás hubiera podido explicar mejor la aparición de la kinski en pantalla.
tu texto me ha puesto la carne de gallina, me hubiera gustado escribirlo a mí, jejeje.
estoy tan de acuerdo contigo, la música, hopper, el inicio tan árido, seco. no has dicho nada de harry dean stanton que es al final con quien hacemos este viaje desde el presente al pasado, del exterior a la soledad del interior.

sólo ver el trailer, en serio, me conmueve... supongo que por peículas como esta somos tan cinéfilos.

un abrazo.

Javier dijo...

Un hombre, el desierto, un hombre que empieza a caminar, quién es a dónde va, qué ha pasado, muchas preguntas se nos acumulan desde el principio, preguntas que poco a poco irán teniendo respuestas, una gran película independiente, tal vez gracias a eso es tan genial y al hecho de que fue rodada de forma lineal y que igual que la vida el guión se fue desarrollando a medida que la película avanzaba.
Arte Cinematográfico en estado puro, un film imprescindible.

Alfredo dijo...

Me sigue emocionando como cuando la estrenaron. Me es imposible decir nada más.

Vulcano Lover dijo...

Salva
Es una película que comienza muy extraña, pero habla de cosas tan cercanas, de sentimientos tan universales, que a medida que vamos controlando la situación y los personajes se nos hace más y más cercana, apasionante, emocionante... es autenticamente estremecedora... Y habla de la soledad y de la búsqueda... de esas cosas que siempre están en lo que filosofamos por aquí.
Besos

Natalia
Si es una película hasta cierto punto relativamente oscura... es que le ponéis la etiqueta de película rara y ya no queréis verla, pero de verdad que ésta merece mucho la pena... En concreto creo que a ti te gustaría mucho

Senses
Tienes razón, no he hablado de harry dean stanton que en realidad interpreta al protagonista... La elección del actor es imprescindible aquí, para transmitir lo que el presonaje tiene que transmitir... pero creo que en este caso, él pone mucho de él mismo.. no sé... Nastassja me aturde más, por todo esa aureola de recuerdos del pasado grabados en imágenes que llevas sobre ella en la cabeza cuando aparece en escena... Como una especie de Rebecca que sí saliera en la pantalla... Sí, es una película que conmueve sólo con recordarla (y no es nada rara, a qué no?? sólo el inicio)

Pe-jota
Tienes toda la razón, guapo... NO sabía que se había rodado así... pero tiene todo el sentido... Como siempre, aportando cosas... Gracias.
Y besos.

Alfredo.
Gracias por el saludo...QUe conste que me estoy leyendo tu crónica africana, sólo que como no conozco y tal, la verdad que no sé bien qué comentar... pero quería saludarte desde hacía días. Gracias.

Y besos,