17 de julio de 2007

El sueño de una noche de verano.



See, even the Night herself is here
To favour your design,
And all her paceful train is near
That men to sleep incline.

Y se hizo la primera noche tibia del verano. Y el viento, imperceptible, pasó a levantar el recuerdo sobre nuestras pieles. Mas, qué extraño, era un recuerdo de algo que no había sucedido, que tal vez no llegase a suceder... Y sin embargo comenzaba a latir debajo de la piel como si quemase las venas, como si quisiese salir del cuerpo y gritar y evaporarse y soplar hasta las montañas frías y hasta el mar. Y un ejército de salamandras ha partido en busca de los sueños que se nos escapan por los dedos. Y serpentean en la noche, con su lengua ávida de ingrávidos secretos, de luz que no ciega, de vino que deshoja la muralla. Y detrás de cada cola que susurra en la pared, olvidada en su caza, van los animalitos perdiendo trozos de sombra, de sombra oscura que se nos clava en las manos, y en las esquinas de los ojos.
Y cada noche que se detiene el viento del norte, cada noche que el viento tibio de las salamandras invade la calle, despiertan todas esas sombras, y dejan de serlo un instante, para tener nombre -un nombre pequeño-, para tener mirada y para ser sólidas sobre las pestañas, bajo las sábanas, enredadas en las almohadas.
Y entonces, de repente, caminamos por la calle silenciosa, juntos. De repente, rozándonos un instante el sortilegio, sabemos que cualquier cosa, cualquiera, puede suceder esa noche. Olvido, encuentro, palabras a quemarropa, silencio, desenfreno...
Pero las sombras retornan, y desaparecen si no las tomamos. Hay que estar atentos, antes de que la noche de agosto deshaga los hilos a fuerza de estrellas que precipiten, antes de que los instantes para decidir se acaben, antes de que el frío viento del norte se sitúe ya detrás de la puerta y nos susurre por las noches, para espantar el hechizo de la reina de la noche.


OBERÓN
Muy bien, vete. De este bosque no saldrás
hasta que te haya atormentado por tu afrenta. –
Mi buen Robín, acércate. ¿Recuerdas
que una vez, sentado en un promontorio,
oí a una sirena montada en un delfín
entonar tan dulces y armoniosas melodías
que el rudo mar se volvió amable con su canto
y algunas estrellas saltaron locas de su esfera
oyendo a la ninfa de los mares?
ROBÍN
Lo recuerdo.
OBERÓN
Aquella vez yo vi (tú no podías),
volando entre la fría luna y la tierra,
a Cupido todo armado. Apuntó bien
a una hermosa virgen que reinaba en Occidente
y disparó con energía su amoroso dardo
cual si fuera a atravesar cien mil corazones.
Mas yo vi que los castos rayos de la luna
detenían la fogosa flecha de Cupido
y que la regia vestal seguía caminando
con sus puros pensamientos, libre de amores.
Observé en dónde caía el dardo:
cayó sobre una florecilla de Occidente,
antes blanca, ahora púrpura por la herida
del amor. Las muchachas la llaman «suspiro».
Tráeme esa flor: una vez te la enseñé.
Si se aplica su jugo sobre párpados dormidos,
el hombre o la mujer se enamoran locamente
del primer ser vivo al que se encuentran.
Tráeme la flor y vuelve aquí
antes que el leviatán nade una legua.
ROBÍN
Pondré un cinto a la tierra en cuarenta minutos.
[Sale.]
OBERÓN
En cuanto tenga el jugo
esperaré a que Titania esté dormida
para verter el líquido en sus ojos.
Al primer ser vivo que vea cuando despierte,
sea un león, un oso, un lobo, un toro,
el travieso mono, el incansable simio,
lo seguirá con las ansias del amor.
Y antes que yo quite de sus ojos el hechizo
(y puedo quitárselo con otra planta),
haré que me entregue su paje.

William Shakespeare.

10 comentarios:

Habibi dijo...

uff
...
uff
porque la estrella -que fue tocada- ha caído justo aquí, en este campo de ámbares, y de pájaros de dos cabezas. y entre el cesped, he encontrado una palabra, que ha venido con el viento.
uff...
porque
ufff.

sinuhe dijo...

Precioso leer a Shakespeare en una noche de verano, gracias

Presona por mi intromisión soy nuevo en la plaza

salva dijo...

niño el poema de una belleza formal increíble, como siempre, plagado de imágenes sugerentes pero ¡no me he enterado de nada! me he convertido en un simple espectador de la belleza de lo que escribes, admirado pero sin saber qué decir o qué comentar como cuando contemplas un cuadro que no sabes muy bien cómo interpretar pero que te atrae por su fuerza, por su color.

Ains! que bonito.
Poco más puedo decirte.

NaT dijo...

Así me gusta, que me entiendas y me comprendas, yo también a ti ;)
Que ganas tengo yo de una noche de verano... ya queda poco, cada vez menos.
Un beso veraniego
¿te lo daré antes de que te vayas?

Javier Herce dijo...

Sueño de una noche de verano es una broa extraña, pero bonita, y más aún en estas noches de verano tan calurosas!

Anónimo dijo...

verano, verano.
no de playa, sino de ciudad.
verano de sueño.

Javier dijo...

Enredando, enredando y generando equívocos para divertimento de propios y extraños. Y como se prestan estos calores a jugar y solazarse en inocentes aventuras.....o tal vez no tan inocentes ;)

mikgel dijo...

Porque al final los mejores recuerdos son los que nunca habían sucedido,que tal vez no lleguen a suceder...

David dijo...

Comento a Salva: si las palabras de Vulcano te ha producido todas esas sensaciones, entonces ya han cumplido, no es necesario entenderlas pues incluso, supongo, llegarían a perder musicalidad. Comento a Gatchan82: verano de ciudad y sueño, sí, pero también de improvisaciones y sueños. David, a ti no te comento nada, me da vergüenza jeje

Martini dijo...

yo si que tengo ganas....