En estos momentos se entrega en Barcelona el IV Premio de narrativa gay y lésbica. El ganador de la presente edición es el joven escritor de Terrassa Raúl Portero, y la novela con la que ha conseguido convencer al jurado se titula “la vida que soñamos”.
No suelo hacer mención ni crítica aquí a novelas ni premios relacionados con la denominada literatura gay, literatura gltb, o similares, pues no entiendo muy bien que deba hablarse de un subgénero en la literatura en función del comportamiento sexual de sus protagonistas. Creo que la literatura es literatura en base a otros criterios y los subgéneros de la misma así deberían serlo.
No obstante, no puedo dejar de mencionar una novela que conozco bien porque conozco a Raúl y la he leído varias veces. Una novela que desde el principio me pareció no sólo un ejercicio notable de narrativa, sino poseedora de elementos por los que quien la lea no puede quedar indiferente.
Raúl nos habla en ella del amor, de la pérdida y de la memoria. Y lo hace de una manera simple y directa, pero al mismo tiempo con un extraño lirismo.
Desde el principio me gustó su prosa, porque es muy depurada, y consigue, con una economía de adjetivos que sorprende, ser enormemente bella a la vez que contundente.
A través un juego en el que el narrador nos va guiando desde diferentes pasados a diferentes futuros, el lector va componiendo el puzzle de una historia que conmueve, pues nos enfrenta a nuestro propio miedo a la ausencia y a la soledad. Y lo hace a través no de la evidencia, sino de la descripción de pequeños detalles de la cotidianeidad, aparentemente insignificantes, pero que se convierten en otros narradores, que de manera paralela y sutil nos van susurrando acerca del dolor, de la incredulidad, del recuerdo como alivio vital, de la necesidad del duelo...
Por todo ello siempre he apostado por esta novela, porque pienso que es literatura y eso hoy en día no se da con mucha frecuencia. Y da igual que el protagonista sea o no homosexual porque aquello de lo que nos habla es lo importante de la vida y le llegará igual a una lesbiana que a un transexual, o a un heterosexual, lo mismo que a un joven o a un anciano. Porque en ella nos podemos reconocer todos, y eso es lo grande de esta novela.
Creo que más allá de eso, también contribuye a la normalización de (en este caso) los gays en la sociedad, pero precisamente lo hace por eso, porque los coloca sin ningún tipo de máscara ni tópico, desnudos ante la vida, como lo estamos todos.
Por eso, desde aquí mi felicitación a Raúl, a quien además me une una amistad muy fructífera en lo personal y en lo artístico. Y mis deseos de que aquí comience una carrera de escritor, porque sé lo que viene después de la vida que soñamos, y sinceramente lo merece.
Y a los lectores, no dejéis de comprarlo cuando se edite, ya os mantendré informados. De momento, y esperando que su autor no lo tome a mal, aquí os dejo con unos brevísimos fragmentos.
se besan en mitad de la pista mientras cierran los ojos y por primera vez en algún tiempo no están pensando en otros
carlos sostiene la mirada sobre enrique como si fuera un desafío. no quiere que le den ánimos. sabe que josep no se va a despertar nunca más.
-¿cómo se puede vivir después? -susurra.
-es difícil al principio –contesta enrique, moviendo la cabeza.
carlos se reclina en el asiento, llevándose el cigarrillo a la boca
carlos se reclina en el asiento, llevándose el cigarrillo a la boca.
-me gustan tus pies –añade josep, señalándolos con la mirada.
carlos baja la vista para mirárselos. está descalzo y son unos pies pálidos, sin vello, con unos dedos perfectos. carlos mira a josep desconcertado y sorprendido.
-¿sabes lo que más me asusta ahora mismo?
ernesto niega con la cabeza, secándose los ojos con las manos. ha intentado no llorar, pero las lágrimas se acumulan en los párpados y resbalan lentamente por su cara.
-¿qué?
-todas las cosas que he olvidado –responde carlos,
(...)
carlos sostiene la mirada sobre enrique como si fuera un desafío. no quiere que le den ánimos. sabe que josep no se va a despertar nunca más.
-¿cómo se puede vivir después? -susurra.
-es difícil al principio –contesta enrique, moviendo la cabeza.
carlos se reclina en el asiento, llevándose el cigarrillo a la boca
(...)
carlos se reclina en el asiento, llevándose el cigarrillo a la boca.
-me gustan tus pies –añade josep, señalándolos con la mirada.
carlos baja la vista para mirárselos. está descalzo y son unos pies pálidos, sin vello, con unos dedos perfectos. carlos mira a josep desconcertado y sorprendido.
(...)
-¿sabes lo que más me asusta ahora mismo?
ernesto niega con la cabeza, secándose los ojos con las manos. ha intentado no llorar, pero las lágrimas se acumulan en los párpados y resbalan lentamente por su cara.
-¿qué?
-todas las cosas que he olvidado –responde carlos,
8 comentarios:
me gusta tanto lo que has seleccionado como lo que he leído en su blog, que he estado curioseando. y le pasa lo que a mí, que no entiende lo que canta mónica naranjo.
y qué buenos amigos que tiene...
un abrazo.
Suscribo plenamente tu planteamiento, aunque bueno eso ya lo sabes, así que viniendo recomendada por ti será cuestión de hacer un pensamiento.
ai chico, me deberías hacer todas las notas de prensa, contras y demás. la cosa fue bien pero faltabas tú, pero ya lo sabes. en madrid, en primera fila que te quiero.
ahora estoy de un resacón importante y voy a volcar las fotos en el flickr.
PS: por qué soy tan lerdo que no sé cómo firmar aquí con mi cuenta de wordpress?
Un placer descubrir tu blog. Saluditos
Felicitaciones para el premiado. Estoy seguro de que será una novela excelente y si la pillo por ahí la leo, soy un lector devorador...Un saludo!
pues ya sabes...
a pesar de mi poco bagaje literario, coincido contigo: es literatura.
He estado en Fnac el dia que el autor hablaba sobre el libro, aun no lo he comprado pero estoy pendiente de ello, pues es un placer el que he encontrado tu blog . . . saludos.
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