6 de julio de 2007

Amanece

Amanece.
Siempre amanece.
Amanece cuando más quería detener la luna en su redondez, cuando más quería retenerte a mi lado para que deshicieras el espacio. Y tan sólo consigo rozarte un instante, para después huir.
Pero mientas no se funde la noche, las yemas de mis dedos aún permanecen tibias, impregnadas de deseo, abrigadas de recuerdo.
Y la vida canalla que no nos acerca, y nos deja siempre en el abismo de contemplarnos desde el borde de la nada, desde la fractura de la realidad. Allí donde el tiempo de la noche se instala voraz, enemigo de la conquista de tu espalda, surcando lanzas sobre tu pecho, soplando mi viento blanco en los pliegues de tu piel, hilando una palabra que no se termina entre tus labios y los míos.
Sobre las sábanas me acerco un instante al teléfono, dejo que se ilumine, lo miro intensamente mientras mis dedos se cierran con fuerza. Ya casi clarea el cielo negro. Quedan un par de minutos, quizá tres. La duda se escapa a través de mis manos, como fuego violento, pero mi lágrima inevitable, de repente la apaga. Y de nuevo amanece. Siempre amanece. Me detiene la razón, y el sol dibuja una vez más mis sandalias vacías al pie de la cama, esperándome.
Esperándome...
Y mientras yo...
Yo...
¿A qué espero?

12 comentarios:

Martini dijo...

Críptico o no, siempre cargado de sentimiento, de esa "suavidad" verbal que te caracteriza...

Tendrás que darme algunas lecciones... ya sabes, últimamente de las 4 chorradas, no salgo.

senses and nonsenses dijo...

pero qué bien escribes, cabrón!

otras veces menos mal que amanece...

buen fin de semana.
un beso.

Anónimo dijo...

Senses & Nonsenses lo ha dicho perfectamente :)

esperar, esperar... esperar a que te apetezca, a que sientas que tienes que hacerlo, a que el cuerpo (el alma, la cabeza, el corazón, todos juntos o por separado) te lo pidan...

un abrazo.

un-angel dijo...

¿Que a que esperas? Pues esperabas a que nos hubiésemos cruzado por Madrid y hubiesemos tomado un café juntos, seguramente, jaja. Que bien hilvanas palabras, amigo mio.
Tu ciudad estaba preciosa y sobre todo viva, como me dijiste.
Un abrazo fuerte...

David dijo...

¿Por qué será que tus etiquetas de críptico las entiendo cada vez mejor?
¿No crees que es mejor que, al menos amanezca? Si quieres, se puede hacer la prueba y que quede todo oscuro durante un día. Y luego me dices.
Un abrazo al elemento integrador ;)

Mathieu Saladin dijo...

Eso mismo me pregunto yo.

Bertix dijo...

Seguramente conoces la respuesta mejor que cualquiera de nosotros. Tal vez por eso escribes sobre ello.

Da gusto leerte.

****

Anónimo dijo...

Si amanece y ves...siempre amanece..un beso

CRISTINA dijo...

Como elchicodelachaquetaazul, siguiendo con canciones, recuerdo, cantada por Chavela Vargas esa que dice:
"amanecí otra vez entre tus brazos...y desperté llorando de alegría"

Anónimo dijo...

¿Y si no amaneciera?

Javier dijo...

Llevo tiempo leyéndote, y llevo tiempo enamorado de tu verbo, que como una caricia nos acerca al abismo de los sentimientos.

Habibi dijo...

uff, me has hecho daño aquí en el pecho.