14 de junio de 2007

Ciudades del alma: LISBOA


“Vende sonhos e maresia,
Tempestades apregoa...
Seu nome próprio:Maria...
Seu apelido: Lisboa...”

David Mourão-Ferreira/Alain Oulman


Hoje acordei com tantas saudades de Lisboa, que até parecia que ia surgir assim, azul e branca, feiticeira tras os límites dos meus olhos.

Nació de un sueño, y ni recuerdo cuándo fue la primera vez que escuché hablar de ella. Un puente inmenso que llegaba a ella, rojo de corazón deshecho, envuelta de océano y sal. Y es que así te llega Lisboa, despacio, antigua, mirándose a sí misma, surgiendo de las brumas atlánticas, suavemente ondulada de blanco. Oliendo a marea y café. Y acercándose poco a poco a ti, a medida que el sol la va dibujando de ocres y atardeceres imposibles, como en aquella escena bellísima de la película “Lisboa, faca no coraçao” en la que una misteriosa Misia tomaba el trasbordador con el sol del ocaso incendiando las aguas, y esa mirada de deseo y trsiteza que la observa sin ser visto, que la persigue, mientras suena un fado tristísimo.

Então que a sombra agite
E assim a imagem faça
Os rostos de nós dois
Tocados pela graça

Amor é muito cedo
E tarde uma palavra
A noite uma lembrança
Que não escurece nada

Amor, o que será
Se nele é para habitar
A escolha do mais puro.

Já fuma o nosso fumo
Já sobra a nossa manta
Já veio o nosso sono
Fechar-nos a garganta

Então que os cílios olhem
E assim a casa seja
A árvore de Outono
Coberta de cereja.

LIDIA JORGE.

Porque Lisboa es ciudad para huir, y para perseguir. Para perseguir la ciudad misma, y no prenderla jamás, porque nunca se llega al fin de Lisboa. Porque se nos muestra y se esconde. Porque oculta misterios que no deben ser revelados, porque su belleza es esquiva y difícil, porque sólo quien sabe pasear entre las sombras puede intuirla. Pero ella consigue traspasar la piel y quedarse ahí, entre la epidermis y la sangre, susurrándonos su nombre despacio, casi envuelto de silencio.


Una de las películas que mejor capta la esencia de la ciudad es la del alemán Wim Wenders, Lisbon Story, en el que un ingeniero de sonido (Rüdiger Vogler) a la acude a la ciudad a causa de la llamada de ayuda de un amigo que nunca aparece finalmente. y en la larga espera, termina indagando poco a poco la esencia de la bella Lisboa (¿acaso no la de él mismo?). En su particular recorrido, plagado de escenas simplemente maravillosas, conoce a la también enigmática y hermosa Teresa. Una Teresa Salgueiro (vocalista del grupo Madredeus) que nos canta y nos introduce en el delicado mundo de la saudade, de la mano de su exquisita voz.

Porque hablar de Lisboa es, inevitablemente, hablar de música. De la guitarra portuguesa en tono menor que nos arroja al profundo abismo de la belleza. Danzas atropelladas bajando por las calles de Alfama. Fado oscuro, que nos asoma al destino, a lo que no sucedió, al infinito precipicio del deseo que no alcanzamos.

Porque hay en Lisboa una continua sensación de melancolía, de suspiro que nos captura como en una falta de algo. Es algo que tiene que ver con la esencia del espíritu portugués, un pueblo en continua necesidad de buscar su identidad, una identidad marcada por su tierra y su lengua. Arraigada profundamente en la palabra, bajo el yugo de la pérdida, siempre buscando, siempre añorando, destilando una melancolía que nace de la propia melancolía, y que ellos llaman saudade. Saudade del amor, saudade de la belleza, saudade del placer... Saudade de Lisboa.
Y enfrentada a ella, la Lisboa moderna. y cosmopolita ruge y vibra como una criatura que siente la vida como una herida que quema, que se deshace de pasión desbocada, pero que siente cómo la atrapa la cuerda de la melancolía.. y es que quizá la melancolía más pura nazca del Tejo caprichoso, que se ensancha rebelde para morir desafiando al inmenso mar.

La brisa recorre Lisboa, y sueño paseando sus calles que parecen moverse como si de la cubierta de una fragata se tratase. Y la senda no se termina nunca, porque los secretos de esta ciudad nunca se agotan, ni se agota la belleza repartida en añicos por todos sus rincones. Desvencijada y olvidada, sucia a veces y desgastada. Pobre Lisboa, radiante y decadente, azul y melancólica, enredada en miradas y aún desconocida. Sueña, Lisboa sueña, y despierta por la noche para haber olvidado todo, y llorar por no saber qué has perdido... pero sueña. En tus sueños, como un secreto, descansan los sueños olvidados de todos los amantes de la belleza, de todos los corazones desbocados, de todos los amantes que nunca conocieron el amor...


Meu amor, meu amor,
Foste-me sonho e pão,
Foste febre e fervor,
Razão e sem razão,
E sede e sabor
Das manhãs de verão,
Mas minha prisão,
Ah não
E em tanto calor
Nada foi em vão,
Mas minha prisão,
Ah não
Meu amor, meu amor,
Não te peço perdão,
Não te peço favor,
Não te peço aversão,
Não te peço dor,
Nem a contrição,
Nem o coração,
Ah não
Agora ao sol-pôr
Meus olhos se vão
E não voltarão
Ah não

CARLOS PAREDES

La primera vez que dejé Lisboa, cruzando el puente del 25 de Abril, era una radiante mañana de verano, y las azoteas ondulaban enfrente, a lo lejos. Sentí la mano posarse sobre mi hombro, mientras miraba hacia atrás alejarse las suaves colinas. El amor actúa así, en momentos muy concretos, de manera certera. Me sentí lisboeta, me sentí ahogar, me sentí enamorado, con un arrebato incomprensible y casi adolescente. Desde entonces siempre vuelvo, como en ritual secreto, para que no me eche de menos tanto como la echo de menos yo a ella.

19 comentarios:

Luís Galego dijo...

“Vende sonhos e maresia,
Tempestades apregoa...
Seu nome próprio:Maria...
Seu apelido: Lisboa...”

este post deixou-me deveras sensibilizado, pois ainda à pouco escrevia sobre a cidade das sete colinas. Lisboa tem um recorte lindissimo que cheira o rio e mergulha em 800 anos de história. Eu atravesso todos os dias a ponte e todos os dias me encanto com aquele azul do rio. Gostava que Lisboa se mantivesse sempre como eu a conheci em criança, como eu a via sempre que saía dos teatros, onde ia com os meus pais.

Muito obrigado por esta generosa e belissima homenagem a Lisboa.

Anónimo dijo...

qué ganas de ir a lisboa y qué contradicción de sentimientos al pensar en un viaje allí...



por cierto, en la filmoteca están con un ciclo de cine portugués.

Anónimo dijo...

Que magnífica descrição de Olissipo, a suposta cidade de Ulisses, comovente!!. Vista da ponte 25 de abril é deslumbrante, radiante, merecedora deste texto; no seu labirinto, talvez seja mais decadente... quem cá vive talvez não se dê conta do que é na realidade. As fotografias são lindas e a primeira mostra o multicolor de um dos recantos mais belos de Lisboa.
É sempre bom um retorno, não é? Saudade...saudade...

Unknown dijo...

uffff que recuerdos me has traído... ya se lo dije al otro David.... habrá que organizar un viaje a Lisboa????
besos nen... que ya falta poco pa volver a vernos por Madrid.

luigi dijo...

Es un viaje que tengo pendiente desde hace mucho, desde que hace ya bastantes años vi por primera vez Piedras, y mientras las imagenes de Lisboa te asaltan, la voz monotona de Nawja Nimri relata la estancia de Leyre, y te cuenta cosas, mil cosas, como: "Lisboa es rara, es una ciudad en la que tengo recuerdos de cosas que no he vivido". Una vez me dijo alguien que estaba esperando que llegara la persona adecuada para ir, para tener la compañia precisa. Puede que vaya pronto.
Estuve hace años, siendo muy pequeño, cuando ibamos con mis padres en la caravana. Recuerdo pasar por el puente rojo, y la Torre de Belén cuando aun aquella zona no estaba urbanizada (lo he visto despues en fotos) y se llegaba a traves de un puente bastante inquietante.
Cuando vaya te pedire referencias.
Un beso fuerte precioso!

Fenjx dijo...

yo aun tengo en mi boca el sabor de unos pasteles de hojaldre con crema de canela que comí en una sucia placita de esa ciudad
a mi de portugal me enamoró el atardecer rojizo de oporto
una tarde que se puso del mismo color que mi alma
y pude así desparacer con él durante unos minutos
y sentirme camaleón de sentimientos

NaT dijo...

Yo no tengo tantos recuerdos de Lisboa, claro que sólo fueron unas horas allí.
Sí, este finde estaré en Madrid. Esta tarde ya sabes, con Cris por Malasaña, a ver si nos encontramos :) como la otra vez...
Si no, siempre podremos quedar ¿no?
Besotes

Martini dijo...

Hace ya siglos que estuve en Lisboa. La visita demasiado rápida para asimilar todo lo que cuentas. La otra vez que fuí a Portugal (el año pasado), demasiado lejos para "subir"...

Hay que pasar por Portugal...

Ains, que triste ser pobre!!!

Javier dijo...

Precioso, emotivo y cálido que tal vez es lo más importante, para mi aún es un sueño, un deseo, el conocer esa ciudad, una ciudad tantas veces soñada y deseada, espero que algún día este sueño se convierta en realidad.

Anónimo dijo...

Un regalo para ti y para Nati.

http://www.joseantoniodelgado.com/audio.htm

Todas son buenisimas.
Besos

CRISTINA dijo...

¡¡Qué bonita Lisboa!!
Me han llegado muchos recuerdos de esta ciudad al leer tus palabras.
Y me han entrado ganas de volver.
Un beso (y un clavel)

QuijoteExiliado dijo...

Tú cada vez más culto y yo más guarro.


Lisboa es el viaje q tenía pendiente el añio pasao para el puente de la constitucion, pero lo cambié por Madrid y conocía a una panda de locos increibles. A ver si voy ya de una vez q tengo ganas de perderme en el acuario

Vulcano Lover dijo...

muchas gracias a todos por vuestros comentarios. he estado un poco ausente del blog estos días, y veo que se han acumulado vuestros mensajes. es tarde, así que no os contesto a cada uno, pero he leído cada uno con gran placer. gracias de nuevo y me alegro de compartir la pasión por esta ciudad inigualable y desconcertante que es Lisboa.
¿¿nos vemos pronto por allí???

Besos a todos.

Anónimo dijo...

Me encantaría volver, especialmente si es contigo, porque estoy seguro que vería una Lisboa muy distinta a la que conocí. Y eso que me encantó.
Ya sabes que tenemos en común esta música, aunque yo soy de naturaleza mas melancolica que tú ¿no?

senses and nonsenses dijo...

dos intentos frustrados con dos amores pasados. el primero estaba empeñado en llevarme a su Lisboa y me lo creí...
con el segundo estábamos preparando ya el viaje pero antes del verano la historia se acabó y regresé a londres.

o no iré nunca o iré con el definitivo...

un abrazo.

David dijo...

Te pasas... Sueño con Lisboa. Lisboa me hace soñar. Y tus palabras... pues invitan a volar.

Anónimo dijo...

Lisboa es una de esas ciudades en las que te da la impresión de vivir dentro de un poema, es una sensación difícil de explicar pero es como si al cruzar el puente por el que entras a ella y a otra esencia de las cosas, ingresaras en un largo endecasílabo que va rimando por sus miradores..Precioso post..besos pessoanos

ingelmo dijo...

Sabía que llevaba a Lisboa en el alma pero casi lo había olvidado. Menos mal que por casualidad tropecé con tu blog.

He estado en esa ciudad en 2 ocasiones, con 2 amores diferentes y las 2 veces bien enamorado.

Vulcano, enhorabuena por el post y muchas gracias por esa banda sonora maravillosa.

Gus Planet dijo...

Hermoso, hermoso relato e introducción en una ciudad que de tu mano, no me quepa duda que debe ser mágica!

Gracias por compartir tus palabras y música con nosotros !

Un placer leerte ...