"Todo hombre tiene dentro de sí una melodía, pero si sus actos no se corresponden con ella, no podrá ser jamás feliz"
Anton Chejov.
Este fin de semana he tenido el placer de redescubrir una de las películas que más me emocionó cuando la vi, el año de su estreno, hace ya más de diez. A veces, el recuerdo de la emoción desvirtúa la percepción con el paso del tiempo, y las revisiones no resisten el recuerdo. No me ha pasado así con "quemados por el sol", de Nikita Mihalkov. La he sentido mucho más clásica de lo que recordaba. Con esa fuerza de los clásicos de verdad para ser más innovadores y críticos que muchas vanguardias.
La historia se vertebra en dos ejes que chocan entre sí. El de la situación política del momento en el que se desarrolla la película (1936), con la purga Stalinista en la que millones de ciudadanos soviéticos fueron acusados de ser enemigos del pueblo, y el de la vida privada de Sergei Kotov, uno de los héroes de la revolución bolchevique, que pasa un tranquilo día de descanso en la casa de campo de la familia de su mujer.
La llegada de Mytia, antiguo amante de Marusia, mujer de Kotov, que había desaparecido años atrás en extrañas circunstancias, conmociona la reunión familiar. A lo largo del día vamos descubriendo los secretos que guardan los personajes, la agitación intensa de Marusia, que intenta reprimir, pero que la invade, que le devuelve un pasado tormentoso e incompresible, la oscura vida de Mytia que esconde su condición de agente del NKVD (policía política de Stalin) y que con su visita enmascara bajo una misión oficial un descarnado instinto de venganza, los vericuetos de la vida militar del general Kotov, que serán puestos en duda por el instinto aniquilador del régimen Stalinsta... La traición militar, las razones políticas, que sirven aquí de pretexto para un ajuste de cuentas personal sórdido y amargo. La oscuridad del régimen y la oscuridad del alma humana, en un mismo punto de convergencia. ¿Acaso no son vertientes de la misma perfidia?
La grandeza de la película está en saber ser crítica con el periodo totalitarista de Stalin, a través de un expresivo simbolismo que nos conmueve, pero a la vez saber penetrar con exhaustiva sensibilidad en el alma humana de sus personajes, desgranando con sutileza sus pasiones en toda su intensidad, sus vilezas y crueldades en todo su horror, sus contradicciones en su desconcierto. Con la habilidad de presentarnos unos personajes claroscuros que nos llegan bastante porque además están excepcionalmente interpretados y sus sentimientos expuestos con una sutilidad y una ironía verdaderamente magistrales. Pero sobre todo nos queda esa indescriptible sensación de sentirnos espectadores invisibles, pero inmersos, en ese fresco de realidad de la Rusia de los años treinta, donde la existencia del antiguo régimen (inolvidable el ambiente de la familia pequeño burguesa e intelectual de Marusia con sus reminiscencias Chejovianas) convive aún en la cultura con el espíritu de la revolución y con la oscuridad del totalitarismo de la época Stalin, que ya comienza a respirarse y que tan bien simbolizan las lágrimas del héroe bolchevique humillado en la escena final de la película, bajo el inmenso e inquietante cartel de Stalin, quemadas por el sol todas las ilusiones revolucionarias... En resumen, dos horas y media de baño ruso que no nos deja indiferente ni desubicados, porque siempre se sustenta sobre personajes y sentimientos de una humanidad arrolladora. Para la posteridad del cine quedarán las escenas de amor paternofilial de Mihalkov con su hija, verdadera prima donna de la película, en su inocencia y su frescura, inconsciente del torbellino de acontecimientos que se desarrollan a su alrededor. O aquella otra del cuento que Mytia cuenta a la pequeña Nadia, del que se sirve para que todos se enteren de las razones de su desaparición de manera velada. Y ese sol metafórico, que penetra en la casa, quemando y destruyendo las ilusiones que en su día creo...
La pena es que en España desgraciadamente aún no ha sido editada en dvd, así que los muy interesados (como yo) deberán acudir a las tiendas on line y verla con subtítulos en inglés o francés. Aún así, es altamente recomendable y el que lo haga, no quedará defraudado, También se admiten peticiones de préstamo (mi versión, en francés...)
10 comentarios:
No voy a comentarte por el post... solo decirte que espero tus ideas... que aunque no pidas... se te da
Un abrazo, con tu permiso
gracias por tu desinterés, Mart-ini... Pensaré en algo. Yo soy más bien discreto en la estética y en cuanto al leif-motiv del blog... bueno, se debe a la novela de Susan Sontag, que me había marcado mucho en el momento que la creé, y le personaje del William Hamilton, que es el protagonista, coleccionista empedernido y amante verdadero del volcan. El volcán representa un poco la pasión, la intensidad en sentido genérico...
Gracias de verdad...
Qué cierto es eso que cuentas de que el recuerdo de la emoción desvirtúa la percepción con el paso del tiempo. Cuántas películas o cuántos libros no me habrán decepcionado al tratar de recuperarlos años después. Creo que es precisamente esa capacidad de crecer y envejecer con uno lo que caracteriza al auténtico clásico.
Supongo que así es, inquilino... Los clásicos no envejecen, porque van siempre a lo más esencial de la existencia. Así, detrás de toda esa crítica al totalitarismo Staliniano, no caemos en el vacío, sino en unos personajes que dejan mostrar durante el metraje, un amplio abanico de sentimientos demasiado universales como para que la película envejezca.
Pues yo aún no he visto esa película...
big vic
SOlo quiero cursarte peticion de prestamo porque siempre he tenido ganas de ver esa pelicula, por mi aficion pasion hacia la historia rusa, y además porque me encanto ojos negros. En esa epoca mas oscura que clara recomiendo "Koba el temible" de Martin Amis. Libro espeluznante, bien escrito( marca de la casa de Amis), narrado desde la mente de un psicopata, y narrado con equilibrio en el horror.
Besos. Cuidate. me encantan tus reseñas cinefilas. Saludos a P....
BIg VIC
POr cierto que pena que mikhalkov no redondeara su barbero de siberia-
que buena peli hubiera podido ser.vamos que julia ormond no es julie christie ni por el forro.
besos
J.H, gracias de nuevo por tu visita y ya sabes, la lista de préstamos está abierta.
Dear Vic... No vi el barbero de siberia, porque me temía que no era redonda y a mí quemados por el sol me había marcado mucho... Pero vamos, es un a plícula en todo cas, muy diferente a "Occhi Ciorni" (que sin embargo también adoro)
Hace unos días que la volví a ver, que bien lo explicas.
Yo también la vi en su día en el cine y puede que incluso me gustará más esta última vez que la ha visto, por que en mi mirada si que había pasado el tiempo y la forma de ver las cosas. En cambio en la película no se nota el paso del tiempo, incluso diría que le ha sentado bien.
Un saludo, buscando información de la película he dado con este blog.
El libro de Amis es estupendo como lo cito alguien...en cuanto a la película cuando la vi en 1994 casi se me sale una lágrima...saludos
Publicar un comentario