En el día de la mujer.
Invitada: Gioconda Belli
Desde la mujer que soy,
a veces me da por contemplar
aquellas que pude haber sido;
las mujeres primorosas,
hacendosas, buenas esposas,
dechado de virtudes,
que deseara mi madre.
No sé por qué
la vida entera he pasado
rebelándome contra ellas.
Odio sus amenazas en mi cuerpo.
La culpa que sus vidas impecables,
por extraño maleficio,
me inspiran.
Reniego de sus buenos oficios;
de los llantos a escondidas del esposo,
del pudor de su desnudez
bajo la planchada y almidonada ropa interior.
Estas mujeres, sin embargo,
me miran desde el interior de los espejos,
levantan su dedo acusador
y, a veces, cedo a sus miradas de reproche
y quiero ganarme la aceptación universal,
ser la "niña buena", la "mujer decente"
la Gioconda irreprochable.
Sacarme diez en conducta
con el partido, el estado, las amistades,
mi familia, mis hijos y todos los demás seres
que abundantes pueblan este mundo nuestro.
En esta contradicción inevitable
entre lo que debió haber sido y lo que es,
he librado numerosas batallas mortales,
batallas a mordiscos de ellas contra mí
—ellas habitando en mí queriendo ser yo misma—
transgrediendo maternos mandamientos,
desgarro adolorida y a trompicones
a las mujeres internas
que, desde la infancia, me retuercen los ojos
porque no quepo en el molde perfecto de sus sueños,
porque me atrevo a ser esta loca, falible, tierna y vulnerable,
que se enamora como alma en pena
de causas justas, hombres hermosos,
y palabras juguetonas.
Porque, de adulta, me atreví a vivir la niñez vedada,
e hice el amor sobre escritorios
—en horas de oficina—
y rompí lazos inviolables
y me atreví a gozar
el cuerpo sano y sinuoso
con que los genes de todos mis ancestros
me dotaron.
No culpo a nadie. Más bien les agradezco los dones.
No me arrepiento de nada, como dijo Edith Piaf.
Pero en los pozos oscuros en que me hundo,
cuando, en las mañanas, no más abrir los ojos,
siento las lágrimas pujando;
veo a esas otras mujeres esperando en el vestíbulo,
blandiendo condenas contra mi felicidad.
Impertérritas niñas buenas me circundan
y danzan sus canciones infantiles contra mí
contra esta mujer
hecha y derecha,
plena.
Esta mujer de pechos en pecho
y caderas anchas
que, por mi madre y contra ella,
me gusta ser.
8 comentarios:
Bueno ahora que tengo un ratito te comento, y te doy las gracias por pasarte por mi blog.
Lo que has escrito en el blog es precioso y refleja una realidad muy cierta, los diferentes yo que se esconden en uno mismo, que luchan entre sí, que discuten, que debaten, que se traicionan y apuñalan por la espalda, que a veces en un momento de debilidad se adueñan de tu persona aprovechando el despiste de los demás y te hacen hacer cosas que pensabas que no harías.
Muchas veces juego con esa idea, incluso he llegado a escribir sobre ello, sobre una persona que se mira en el espejo y a través de su reflejo, de la imagen que descubre de sí misma analiza las diferentes partes de su personalidad que luchan contra sí en el momento de tomar una decisión, y de la nueva parte de sí misma que nace como consecuencia de ese acto que tiene que aprender, escuchar a las demás y materializarse en un hecho en el mundo real.
Bueno no me rallo más!!!!!!!!, que luego decís que soy muy pesado y hago comments muy largos (y con razón!!!!) pero es que me lo ponéis tan fácil!!!!!!!!!!!!!.
Que vaya bien!!!!!11111
Hermoso homenaje, y gracias por descubrirme a esta poetisa Nicaragüense, con este bello canto a la mujer.
Me resulta extraño que a día de hoy aún estemos teniendo que celebrar un día para recordar que somos un mundo injusto, que el hecho de ser mujer significa discriminación.
Excelente homenaje a la mujer, que aún debe luchar por ser auténticamente libre y no dejarse engañar por las pequeñas "libertades" que parece aportarles la cosificación, la monogamia y la identidad heterosexual.
Me conformo con que el contenido de mi artículo te haya gustado. Sé que en las formas tú no lo habrías planteado así, pero es que yo soy muy temperamental y por cualquier cosa me llean los demonios jajaja
Salud y Libertinaje
Gracias...aunque yo como mujer, no me identifique con ningún dia en rojo en el calendario para asi tener que celebrar, en cualquier caso...yo que también intento salir de algún modo de los convenccionalismos...te lo agradezco
he vuelto.
besos mil
pa que no eches de menos mis comentarios, solo decirte que te quiero. Cuidate y sigue como eres,
Big vic
me gusta esa visión del feminismo: dejar atrás o dentro de (como muñecas rusas) las otras mujeres que fueron, que han sido, que son... unos nuevos valores para una nueva sociedad más igual, en la que el hombre intenta acoplarse a trompicones. entre todas y todos hacer un mundo más igual. ¿...es un mundo ideal?
un abrazo.
Hay días señalados para conmemorar lo injusto de muchas situaciones y recordarnos todo el camino que tenemos por delante.
No creas todo lo que ves.
;-P
Un beso
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