12 de marzo de 2007

Toulouse, la ville rose.


Rojo de ladrillo y de fuerza obrera, dispuesta a luchar como siempre ha luchado la izquierda en Francia, con coherencia y siempre a causa de injusticias sociales, y no como vemos que hacen algunos aquí, que manifestación tras manifestación han ido vaciando esta forma de protesta de su sentido legítimo. Ciudad de acogida de muchos exiliados españoles y llena de referencias a nuestro país, aunque con menos influencia cultural nuestra de lo que imaginaba, a pesar de la cercanía.

Su importancia política fue grande en la Baja Edad Media, aunque con el pretexto de la lucha contra los cátaros, la corona de Francia termino anexionándose todas estas tierras. Su importancia como centro religioso y de peregrinaje, dentro de la ruta del Camino de Santiago, sin embargo, no decayó, y de ello dan muestra los impresionantes edificios eclesiásticos y monásticos que pueblan la ciudad. Un románico excepcional, del que desgraciadamente ya quedan pocos, aunque sobresalientes ejemplos, y un gótico meridional más sobrio del que estamos acostumbrados a recordar del norte del país galo.
En fin, una ciudad que ha permanecido durante siglos en un discreto papel, pero que desde hace más de medio siglo ha ido recuperando una posición importante como centro de atracción de empleo, ya que es la sede de las mayores empresas relacionadas con la industria aeroespacial europea. Ello, unido a la enorme población universitaria que alberga, ha dado lugar a una de las ciudades más vitales y dinámicas del sur de Europa. Una ciudad que guarda un delicioso equilibro entre el sur (por el clima y la vitalidad) y el norte (en la seriedad y orden que en realidad lo francés impone a todo), con una amplísima vida cultural, y un casco urbano hecho a la medida del ciudadano. El ladrillo y el trazado medieval de las calles, que conserva en su casi totalidad, hacen de ésta una ciudad irregular, humana y sugestiva, donde perderse es dejarse seducir por su elegancia discreta y escondida, y en la que el sol de la tarde sobre el rojo intenso de los ladrillos recortados de ventanas de colores pastel, puede sorprendernos en una extraña placidez de los sentidos.

Conocer la cultura y hablar bien la lengua son dos elementos fundamentales a la hora de realmente disfrutar de las visitas en Francia. Así intento hacerlo. La inmersión cultural es esencial para que "lo francés " no resulte pedante o ridículo. Siempre disfruto de hacerlo, y sigo sintiéndome en casa cada vez que voy. Ha sido una escapada perfecta para desconectar y dejarse llevar por las tardes de sol junto al río Garona. Para repetir sin duda.

13 comentarios:

Martini dijo...

Pues como yo no he salido de España, nada más que para ir a Fátima, no es difícil convencerme para ir a cualquier parte del mundo...

Gracias por hacerme viajar.

Unknown dijo...

la tenemos ganas... nosotros hemos recorrido la parte costera de Francia... desde Iparralde (baiona..etc) hasta Bretaña y algo del centro... loira tours...
pero tu cuando has estado????

Pedro-Abeja dijo...

Preciosa Toulouse. Me encanta. He pedido una beca para el año que viene y ése es uno de mis destinos solicitados. Está la cosa complicada pero igual dentro de unos meses cd kieras hacerte una escapada por esos lares, podré acogerte en mi casa.

Besotes.

salva dijo...

Niño yo tampoco he viajado mucho y como te dijeron en el primer mensaje te doy las gracias por hacerme viajar y por describir de una manera tan personal y tan bonita la ciudad.

¿SAbes que me ha gustado? pues la manera de mostrarnos las fotos, cada vez más el objetivo se acercaba más y más a nosotros para darnos la sensación de que lo vivíamos en primera persona y de que nos metíamos en ellas, como si estuviéramos contigo dándonos la mano.

No sé me hace pensar en lo insignificante que somos en comparación con el mundo, hay tantas cosas que ver, tantos sitios que visitar, tantas cosas que hacer que da vértigo xdddd.

Me ha gustado mucho tu post, gracias por hacernos partícipes de tus viajes!!!!!!.

Mugalari dijo...

Es verdad que para viajar por Francia hablar francés se termina convirtiendo en algo casi indispensable. Parece mentira que en estos días y en lugares tan turísticos como la mayoría de las ciudades francesas uno apenas encuentre gente que sepa más idiomas que el propio francés y/o tenga ganas de hacerse entender o que le entiendan. No se si será parte integrante de la supuesta arrogancia francesa.
Y es que uno del francés más que hablarlo sólo sabe... practicarlo!

Anónimo dijo...

Para repetir sin duda.

de facto perante a cultura descobrirmos que tudo o resto vale pouco....ainda bem que valeu a pena, como dis Fernando Pessoa vale sempre a pena quando a alma não é pequena, que é o teu caso.

Javier Herce dijo...

Estoy con Martini. Yo nunca he salido de España, así que se me convence con facilidad, jejejeje.

Carlitos Sublime dijo...

Me encanta Francia. Adoro Francia. Entre 2001 y 2005 he ido todos los años, aunque sólo haya sido para cruzar un poco la frontera y probar uno de esos pasteles que dan merecida fama internacional a los vecinos del norte.

Y si hay una ciudad que me guste especialmente, sin duda es Toulouse y su entorno. Pasear por esa plaza donde está el Ayuntamiento, los edificios porticados de enfrente y, sobre todo, el Grand Hotel de L'Opera (dedicado a Don Manuel Ruiz de, jajaja). O por la calle du Taur, si mal no recuerdo, trazada según dice la leyenda sobre la senda que recorrió el toro al que ataron a San Saturnino para martirizarlo, antes de parar (sigue la leyenda) con el santo ya muerto en la explanada que desde la Edad Media ocupa la magistral basílica de Sant Sernin, y donde fue sepultado.

Ay! Qué recuerdos del entorno del Garona, de esas noches luminosas con veladores repletos de gentes... Es el modelo de ciudad que yo quisiera para Sevilla. Si alguna vez dejamos de ser rancios y miramos al futuro, nos pareceremos un poquito a Toulouse.

Por cierto, ¿conoces Albi? ¿Y Moissac? Están cerquita, y son sencillamente fascinantes, sobre todo si te gusta el arte (que sé que te gusta).

Lo dejo, que me pongo melancólico y no paro.

Besos,y gracias por estimular mis buenos recuerdos gabachos ;)

Carlitos

Vulcano Lover dijo...

Mart-ini...
viajar siempre es interesante si se mantiene la mente abierta para enriquecerse... También has estado en el Algarve, nene, no recuerdas?? uno se enriquece siempre saliendo de su entorno... en Madrid, en Bilbao, en Roma, en pekin o en Nueva York. Lejos o cerca, lo que nos hace crecer es la duda y la diferencia. Besos, guapo

Ekiots.
Pues el fin de seman apasado. Es que han abierto una línea de Easyjet con Madrid... Sale más barato ir a Toulouse en avión, que a Bilbao.. jajaja... Una de mis asignaturas pendientes con Francia es recorrer el Pays Basque... Ya te pediré ayuda. Un besote.

Pedro.
Qué curioso... Yo siempre he querido ir a Toulouse, no sé muy bien por qué, pero era una ciudad que me seducía. También está el hecho de que soy profundamente francófilo, a pesar de que eso no se lleva mucho en este país... Pero sí, envidio muchas cosas de ellos, adoro su cultura, su sólida identidad, la manera en que la lengua es allí uno de los elementos unificadores, normalizadores y de identidad más fuertes que tienen... de cómo hay que conocer todo eso para saber apreciarlo y entenderlo... En fin, me alegra saber que hay más amantes de Francia por la blogosfera... Lo tendré en cuenta (bueno, de ti en realidad lo sabía ya...).
Besos

Salva
Gracias por tu comentario... Claro, siempre hay algo nuevo que conocer... Me acuerdo que cuando lei tu últimio post, me acordé del viernes pasado, tras una semana intensa de muchas cosas, la pereza que me daba salir de viaje, el rollo que fue tener que soportar más de dos horas de retraso que llevaba el avión (que me dieron ganas de volverme a casa, total, para lo que me había costado el billete...) Pero no, siempre es enriquecedor salir del contexto habitual... Viajar es una de las mejores formas de enriquecerse. Ver formas y colores nuevos, hablar otra lengua, probar otros sabores, conocer la hisotira de una ciudad, conectarla con la historia del continente (en este caso, Toulouse pudo haber terminado siendo la capital de un gran país al sur de Francia, con idioma propio, el occitano, parecido al catalán, que se hablaría en gran parte del sur de Francia, pero que con la anexión a la corona de Francia termino por perderse, auqnue ahora están tratarlo de recuperar un poco, con evidente poco interés de las autoridades de París... En fin, la persecución de los Cátaros, el camino de Santiago... un montón de historias que he ido conociendo a medida que iba descubriendo al ciudad)... Bueno, no era mi intención soltarte este rollo, pero para mí viajar es una forma de crecer intelectual y humanamente... Siempre intento transmitir en mis viajes algo de lo que yo he aprendido... si miras por ahí encontrarás muchas referencias a todos los sitios donde voy.
Besos, guapo. Y gracias por pasarte por aquí.

Mugalari
Jajajaj... qué gracioso... En fin, la cuestión del francés y lso franceses es compleja... Por supuesto que la pretendida arrogancia que les suponemos tiene un poco que ver con eso, ciertamente. Pero es que detrás de ahí hay mucho que enteder. Como digo, que la unión de Francia como país y como unidad cultural ha dependido siempre mucho del idioma. Francia ha conquistado siemrpe a través del idioma, y lo ha impuesto siempre como valor cultural de diferenciación... Para un francés su lengua es todo un signo de su identidad y de su sentimiento nacional... Es comlejo de entender, pero para los franceses el idioma significa mucho. El Francés es una lengua que conserva en el nivel coloquial, aún, un registro muy muy literario... Es curioso cómo incluso gente sin mucho nivel de educación, usa un francés muy muy literario... Pero es que es un idioma que como te digo mantiene aú un vínculo muy grande con el registro escrito. Así... todo esto, puesto a funcionar, hace del francés aldo pedante y ridículo si se ve desde fuera... Pero si lo ves desde dentro, todo encaja... Yo cuando voy me integro todo loq ue puedo... Llego incluso a pensar en francés siemrpe que el hecho de estar con españoles me lo permite... Y es así como soy capaz de ver que todo encaja, que la cultura francesas tiene una personalidad muy fuerte y que la forma de la lengua tiene iinfluencias en muchos aspectos de su vida... Pero soy consciente de lo difícil que es verlo descontextualizado... En fin, es un arguento para tratar con una cerveza por delante, más que por aquí... Cuando nos veamos, vale'?? Besos.

Luis.
Obrigado, Luis... Sempre vale a pena ler as tuas paavras. E sempre fico emocionado pelos teus complimentos. Um forte abraço

J.H.
Pues tienes que salir, nene... Además, con lo cerquita que tienes tú francia... Toulouse sin ir más lejos, lo puedes hacer seguramente en coche...
Ya te daré yo ideas.... Besos.

Carlitos
Ya te he respondido en tu blog, guapo... Pero bueno, que me hace mucha ilusión encontrar gente (y especialmente gente de Sevilla) que sean tan amantes de Francia y de lo Francés... Estoy contigo, Sevilla podría tener Toulouse como modelo para muchas cosas... Pero en fin, somos así.
Es curioso, porque España, y en particular Andalucía (Y Sevilla más concretamente) despierta tantísima atracción en los Franceses, que nos ven como un lugar exótico y bello, dedicado al hedomismo y a la belleza... Y les encanta venir y aprender nuestras costumbres, y conocerlo todo... y sin embargo nosotro svivimos tan ajenos a su cultura, de la que tanto podríamos enriquecernos... En fin... que eso, que veo que tenemos aficciones comunes, niño.. habrá que ponerlas en común.
Un beso, guapo.

Anónimo dijo...

Mirale, dandonos envidia con sus viajes. Pues yo ahí ando, a ver si encuentro algun sitio donde escaparme en mayo, y mas importante aun, viendo si engaño a alguien para que se venga conmigo.

;-P

P.D.: ¿Si le deigo a Maxim, creees que se vendría conmigo?

David dijo...

Pasé sólo una mañana por allí (paré de camino a Toulon) y, como dices, lo español está bastante oculto en apariencia, a pesar de que tras entablar algunas conversaciones siempre alguien te termina por responder en castellano.
Me has picado la curiosidad por esa ciudad.

Martini dijo...

cierto!!!!

Javier dijo...

Sabes que soy más bien anglófono, pero eso no me impide reconocer las virtudes de nuestro vecino norteño, aunque un tanto engolados y pretenciosos, pero en el fondo es sólo producto del conocimiento que poseen de su pasado. Aquí la llamamos Tolosa de Llenguadoc y a pesar de la cercanía aún no he ido, tal vez habrá que dejar de hacer parada en Perpinyà.